Opinión

Cara a cara

9 de enero de 2021, 9:30 AM
9 de enero de 2021, 9:30 AM

Este nuevo año, hizo caso omiso a nuestros deseos de mejores días. Si así empieza, es imposible imaginar cómo terminará, si podremos vivir para contarla. Muchos amigos y conocidos, han partido. En caso de continuar así, el camino parece estrecharse. El virus no discrimina y sigue afectándonos a todos, es por eso que no se entiende cómo existen movimientos organizados, incluso, que propugnan la inexistencia del coronavirus, la quema de barbijos y la desobediencia de las restricciones poniéndonos a todos en mayor peligro, atentando contra la salud pública y generando más confusión en los desprevenidos de siempre. ¿Ningún legislador de este país hará algo al respecto?

De acuerdo a un nuevo informe del Instituto de Investigaciones Espaciales (INPE), basados en observaciones satelitales, la selva amazónica brasileña perdió 8.426 km2 el año pasado por la deforestación. Un equivalente a dos canchas de fútbol por minuto. Se desforestó una superficie cinco veces mayor a la de la ciudad de San Pablo. Producto de esta política irresponsable, casualmente, las nuevas cifras indican que los incendios forestales se incrementaron en 2020 en un 16%, es decir que hubo 103.000 focos. Y afectando directamente a Bolivia también se contabilizaron 22.000 focos (+120%) en el Pantanal. El mayor humedal tropical del mundo, que perdió casi un tercio de su superficie a causa del fuego. Pero no solo es superficie, es lo que hay debajo y sobre ella. La pérdida entonces es mayúscula. El que juega con fuego…

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