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Cara a cara

28 de noviembre de 2021, 4:00 AM
28 de noviembre de 2021, 4:00 AM

En diciembre de 2008, el entonces presidente Morales humilló en público al periodista de un ya desaparecido diario paceño que había investigado presuntas irregularidades por contrabando que salpicaron a uno de sus más influyentes ministros. Aquella vez, llamó a pasar al frente e increpó con dureza al periodista apavorado mientras la claque palaciega aplaudía festiva, sin rubor alguno, el abuso de poder del jefazo.

Morales, de recurrente manera, desata sus fobias contra medios de comunicación y periodistas, no obstante que a muchos les debe la construcción y proyección de su figura. Desde cuando era casi ignoto dirigente cocalero de Chapare, luego parlamentario hasta su insospechado ascenso al mando del país y al que afanosamente busca volver en una masiva marcha ‘por la patria’ que es considerada como el virtual arranque de su campaña y este lunes llegará a La Paz que quiere ‘reventar’ con sus seguidores masivamente movilizados.

En un alto de la marcha en la que los embajadores de Argentina y Nicaragua en Bolivia, -no tarda en asomarse el venezolano-, metieron la cuchara sin empacho alguno en asuntos internos del país, Morales volvió a arremeter con dureza contra la prensa “por transmitir mentiras” sobre la movilización que él encabeza. “Cuidado, cuidado que se acabe la paciencia con algunos medios de comunicación”, dijo sin identificar a los destinatarios de su torpe e inadmisible amenaza, propia del caudillo endiosado que se llena la boca hablando de libertad y democracia que ya parecen una ficción en Bolivia.

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