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1 de julio de 2022, 4:00 AM
1 de julio de 2022, 4:00 AM

‘Corre, dijo la tortuga; atrévete, dijo el cobarde; estoy de vuelta, dijo un tipo que nunca fue a ninguna parte; sálvame, dijo el verdugo; sé que has sido tú, dijo el culpable’. El verso de Sabina se me viene a la mente con frecuencia, y no porque me guste la canción (me gusta, pero no tanto como para recordarla seguido), sino porque en la política boliviana hay episodios parecidos a esas sentencias de lo ilógico. Ya me convencí de que el país donde Kafka sería un escritor costumbrista da aún para mucho más que eso.

 A esa lógica de lo ilógico pertenecen expresiones como las de ejecutivos de YFPB, que aun viendo fotografías y videos de largas colas de camiones que no encuentran diésel en los surtidores, se animan a afirmar que el abastecimiento es normal, y decir que si hay más demanda es por culpa de especulaciones de las redes sociales.

 También aplica a este grupo la expresión que tuvo un ministro que justificó la remoción total de los efectivos de la fuerza antidroga en Santa Cruz como una operación de rutina. Y quizá fuera creíble si el cambio no se hubiese producido apenas cuatro días después del triple asesinato de tres policías en Porongo por personas vinculadas al narcotráfico, y en días de haciendas con pumas.

 También está la expresión del dirigente masista José Quiroz, que anunció para la próxima semana una ‘contramarcha’ a la marcha del miércoles. Si la marcha cívica fue contra el narcotráfico, la ‘contramarcha’ del MAS ¿será ‘a favor del narcotráfico’?

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