Opinión

Cara a Cara

10 de julio de 2022, 4:58 AM
10 de julio de 2022, 4:58 AM

Es sabido que el fútbol es una de las debilidades de Evo Morales. Hoy podría ser parte de su habitual perorata radial desde el trópico cochabambino. No se descarta que el jefazo salga al aire con los tapones en punta. Que quisiera repartir rodillazos al descuido en la entrepierna de sus adversarios políticos que dejarían su ego sin masaje y el lavado de imagen que para él representa la Copa Evo 2022 para chicos sub-17 y que lleva su nombre por iniciativa de la FBF, que Fernando Costa conduce a su aire.

El mandamás federativo se hizo un autogol anunciando aval y auspicio para ese torneo a jugarse en el Chapare entre el 31 de julio y el 7 de agosto con 12 clubes de cinco países, entre ellos los argentinos River Plate y Boca Juniors que son los de nombradía mayor.  La FBF se expone a sanciones por cuanto la FIFA se declara neutral en materia política en el artículo 4 de su estatuto. Costa se mostró con Morales y el ‘estado mayor’ de los cocaleros chapareños al anunciar un campeonato que encendió la polémica nacional.

Comunidad Ciudadana (CC) emplazó a la FBF a retirar el auspicio “porque el coorganizador (Morales) tiene fuertes vínculos con el narcotráfico en el Chapare y la competencia conlleva “motivaciones políticas”.  Al mismo tiempo solicitó a los clubes invitados que desistan de participar para que no arruinen su imagen. En 2001, al retirarse de la práctica activa del fútbol, Diego Maradona lanzó su frase histórica: “La pelota no se mancha”. Costa la embarró con su gesto genuflexo hacia el caudillo veleidoso.