Cara a cara

La institucionalidad cruceña, con el protagonismo recuperado de la Uagrm, debe mantener la unidad, coherencia y sensatez. De lo contrario, ante quienes con afán indisimulable buscan dividir para reinar, puede perder fuerza en la lucha por un Censo ‘oportuno y transparente’ que, en base a una nueva fotografía del país, garantice una adecuada redistribución de recursos a las regiones que, como Santa Cruz, tienen en su territorio más población con requerimientos que atender. En tan compleja coyuntura, la estrategia a seguir debe ser cuidadosamente elaborada y aplicada para evitar pasos en falso.

Doce barcazas y dos empujadores de fabricación china por los que hace más de una década, durante el gobierno del cocalero Morales, el Estado boliviano pagó $us 28 millones al contado y por adelantado, se fueron a pique. Naufragaron en medio de una fraudulenta operación que impidió su llegada al país. Doce años después, la justicia envió a prisión a dos de los principales implicados en otra millonaria e irreparable pérdida económica para el país.

Tras la torpeza cometida por el viceministro Gustavo Torrico contra la alcaldesa alteña Eva Copa, se espera el avance de las investigaciones del Ministerio Público sobre un caso tipificado como ‘violencia política’ contra las mujeres. Pese a que el irascible y deslenguado funcionario se deshizo en disculpas, Copa introdujo la demanda en su contra por un delito que prevé pena de 3 a 8 años de prisión y en el que la conciliación no es admisible. La grave falta de Torrico no puede ni debe quedar impune.