Cara a Cara

Nueve bancos acogen ya las cuentas de ahorristas y prestatarios de Fassil. Decenas de miles de personas vivieron en la incertidumbre respecto a qué sucedería con los depósitos que tenían en aquella entidad financiera. Muchos de ellos eran los ahorros de toda una vida; en otros casos, hubo personas que le confiaron a Fassil la liquidación recibida al haber dejado de trabajar, el patrimonio de la venta de una casa, etc. Es por eso que ayer, cuando se divulgó en qué banco estaría cada cliente, el sistema de la ASFI colapsó, porque no era para menos la ansiedad de saber, de tener certezas sobre los recursos propios. Es de esperar que a partir de hoy todo pueda resolverse en la vida de las personas que vivieron en zozobra, que quienes lo necesiten puedan retirar sus fondos y quienes quieran puedan seguir guardándolos en una entidad que les dé mayor confianza.

La proximidad del Día de la Madre me permitió reflexionar acerca de las ideas acerca de la ‘madre perfecta’. Esos patrones: abnegada, dedicada a sus hijos, al hogar, siempre pendiente y siempre perfecta, han sido la causa del sentimiento de culpa de madres reales: que salen a trabajar fuera de la casa, que buscan realizarse como profesionales, que cometen errores, que pierden la paciencia. Y, sin embargo, las que lo dan todo y dejan huella en los hijos son las de carne y hueso, ya que muchas veces las que pretenden ajustarse al patrón ideal viven en una burbuja, muy pendiente de la imagen personal, pero lejos de los hijos y de la capacidad de amarse y aceptarse tal cual son.