24 de febrero de 2024, 4:00 AM
24 de febrero de 2024, 4:00 AM

Como debió ser desde un inicio, la cuenta regresiva para el Censo Nacional de Población y Vivienda ha unido esfuerzos. Tanto el Instituto Nacional de Estadística (INE) como las instituciones más emblemáticas de Santa Cruz vuelven a sentarse en la misma mesa para coordinar acciones y colaborar bajo un mismo interés. Las diversas autoridades presentes hacen un llamada conjunto para sumar agentes censales. Se trata de garantizar un censo transparente y oportuno. Podía haberse trabajado así desde un inicio, ¿por qué no se logró?

Con una cansina muletilla alegaban una y otra vez el valor técnico del censo. Ministros, voceros oficialistas y responsables del INE reprochaban “el tenor político” que imprimían los cruceños al censo. Durante más de dos años, se repetía un mismo slogan con el propósito de desmerecer las inquietudes planteadas desde Santa Cruz en demanda de un censo a tiempo. Más aún tras el paro de 36 días en respuesta a las postergaciones de la fecha prevista para el censo y las reuniones llevadas adelante en Trinidad.

Y no pierden sus mañas. Aprovechan cualquier oportunidad para culpar a otros, mejor si son opositores y cruceño, por los retrasos en el cronograma. Ya no pesan los argumentos técnicos. Ahora apelan a las críticas sociales. O eso se entiende de las declaraciones de Humberto Arandía, el director del INE. “Mientras más alto es el ingreso (económico) de una zona, menor es la cantidad de voluntarios censistas inscritos”, lamentó en una conferencia. Mientras unos unen esfuerzos para cumplir las metas, otros se mantienen en su papel de fragmentar la sociedad con sus juicios direccionados