Opinión

Cara a Cara

10 de marzo de 2024, 4:00 AM
10 de marzo de 2024, 4:00 AM

Después de haber dormido más de 100 años, Mutún el ‘Gigante’, empieza a desperezarse. Es una de las pocas buenas noticias con que cierra una semana tensa en el país. Tiene que ver con el 87% de avance que registra la siderúrgica y cuyas siete plantas empezarán a funcionar en septiembre. Según las previsiones, el complejo industrial se pondrá en marcha en su totalidad en marzo de 2025. Su construcción demandó una inversión de $us 546 millones.

 Tras el anuncio, hay justificada expectativa.  Particularmente, en Santa Cruz y la provincia Germán Busch donde se localiza el yacimiento de hierro más grande del mundo. Mutún tiene una reserva total estimada en 40.000 millones de t. del mineral que, -una vez procesadas e industrializadas-, le permitirán a Bolivia un ahorro del 50% calculado en $us 200 millones por la importación anual de barras de acero y generará al departamento cruceño un ingreso de Bs 9 millones por concepto de regalías. Además, la siderurgia generará 700 fuentes de empleo directo y más de 2.000 indirectos.

Hay un reto adicional e ineludible. Por el impacto y el efecto multiplicador de la puesta en marcha de las operaciones de Mutún, los municipios vecinos de Puerto Suárez, Carmen Rivero Tórrez y Puerto Quijarro, -junto a la subgobernación de la provincia-, deben trabajar mancomunadamente para superar problemas y carencias en infraestructura y servicios básicos. El despertar del ‘Gigante’ es una oportunidad única de desarrollo y bienestar para mejorar la calidad de vida de sus comunidades. No la pueden desaprovechar.