12 de marzo de 2024, 7:37 AM
12 de marzo de 2024, 7:37 AM

El Grupo de Puebla llegó a Bolivia. Tres expresidentes, la vicepresidenta de Venezuela y algunos fundadores de este movimiento que aglutina a parte de la izquierda del continente. Sin duda una presencia llamativa que hay que entender a la luz del contexto. Se conoció que la intención es reconciliar a Evo Morales y a Luis Arce, de manera que concurran en bloque a las elecciones nacionales de 2025. Ya hace un tiempo voceros como Álvaro García Linera vienen diciendo que la fragmentación del MAS puede causar la derrota electoral y la pérdida del poder. Al parecer, no hay un camino fácil para lograr el objetivo de la unidad, tomando en cuenta que Evo Morales se percibe como el único y que en el Gobierno de Luis Arce también hay interés de reproducir el poder. En todo caso, la izquierda se está moviendo.

¿Y qué pasa en la vereda del frente? Las fracturas internas en cada partido de la oposición parlamentaria parecen cada día más irreconciliables. Mientras tanto, suman y siguen los precandidatos, con el añadido de que cada uno de ellos se siente el elegido para conducir el país. Surgen algunas voces de elecciones primarias abiertas, lo que no es descabellado para que haya una predefinición de quién puede vencer en los comicios. Lo lamentable es que, año tras año, se sabotea la unidad opositora y eso desordena la selección de candidatos a la Presidencia, Vicepresidencia y también a asambleístas legislativos. El final es conocido: no siempre hubo una adecuada preselección de postulantes. El resultado es lamentable y evidente: gestiones legislativas mediocres y más dadas a la pelea de canchón que al análisis y debate.

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