16 de marzo de 2024, 12:30 PM
16 de marzo de 2024, 12:30 PM

‘Todo va a mejorar’ suena a un mensaje de aliento poco convincente. También es el sugestivo título de la obra póstuma de Almudena Grandes. Y al igual que el frustrado mensaje de ánimo, el relato deja un amargor en el lector. La escritora española dibuja la desesperanza de una sociedad controlada con firmeza por un poder totalitario que impone la felicidad como norma y castiga los disensos. Una sociedad que a muchos políticos nacionales les gustaría gobernar.

Los mensajes optimistas de las autoridades dibujan una Bolivia idílica. Hablan proyectos industriales que traerán grandes rentabilidades y dejarán riqueza a los bolivianos. Eso sí, mientras se logran esos réditos, toca apretarse el cinturón para llegar a fin de mes. El slogan de ‘todo va a mejorar’ no logra convencer a la población. Al igual que en el libro, la felicidad no se impone por decreto. Mucho menos en un país acostumbrado a la zozobra social y política.

Sin desarrollo humano no hay espacio para la esperanza. Es la gran debilidad de los gobernantes, en cualquiera de los distintos niveles de gobierno. El Censo Nacional de Población y Vivienda recogerá algunos datos para trazar ese otro perfil del país. El Censo hablará de familias separadas que han cruzado fronteras para buscar un mejor presente, recogerá datos de viviendas que no cuentan con lo básico para llamarse hogar, identificará las carencias sanitarias y la inestabilidad del trabajo. El Censo, en definitiva, mostrará una Bolivia que clama por mejoras reales y no por slogans comerciales.

Tags