23 de marzo de 2024, 4:00 AM
23 de marzo de 2024, 4:00 AM

Esperaré el censo con un libro. Pedí consejo a un amigo para que me recomendará una buena lectura de sábado. No le costó mucho sugerirme el libro póstumo de Gabriel García Márquez. ‘En agosto nos vemos’ centra su relato en Ana Magdalena Bach. Cada agosto emprende un viaje en transbordador para visitar la tumba de su madre. Un argumento similar han utilizado estos días muchas personas que retornaron al municipio de sus progenitores ‘aprovechando’ el receso escolar del viernes y la particularidad de un censo en fin de semana.

Una película es otra manera entretenida de aguarda la llegada del agente censal. Netflix me sugiere ‘Los que se quedan’, una comedia de reciente estreno considerada como “una crítica ácida y divertida” aspirante a convertirse en un clásico de Navidad. Más allá de la ficción, las autoridades han apelado a razones y sentimientos para que la población se quede en sus lugares de residencia. En juego están recursos económicos, representación parlamentaria, pero, ante todo, servicios.

El censo ayudará en “la planificación y toma de decisiones para la implementación de políticas públicas”, resalta el INE. La validez del censo radica tanto en la capacidad para recabar los datos como en la lectura adecuada de los mismos. Es ahí donde recobra fuerza el pedido de Santa Cruz por un “censo justo y transparente”, un censo que supere la polarización política y reoriente la gestión pública. Bolivia necesita orientar los pocos recursos de manera racional y funcional en favor de su población.

Tags