10 de junio de 2022, 4:00 AM
10 de junio de 2022, 4:00 AM


Desde hace tiempo venimos observando con preocupación que nuestra querida ciudad, la primera de Bolivia, tiene nombradas calles, avenidas, plazas, plazuelas y pasajes peatonales con palabras escritas que incumplen, muchas de ellas, las reglas básicas de la ortografía.

Hemos organizado una investigación con el fin de demostrar lo afirmado anteriormente. La muestra se compone por las designaciones de unas quinientas calles y el universo está constituido por todas las otras denominaciones de la mancha urbana. Los investigadores son los estudiantes de los cursos Especializados C y D del CEA 24 de Septiembre, con el excelente asesoramiento técnico del Ing. Jurij Suárez.

Se hizo entrega al Concejo Municipal de la evidencia completa de la investigación; del proyecto respectico; de la información encriptada con código QR para el análisis de los hallazgos y se proporcionó una copia con información al respecto a cada concejal. Estuvieron presentes en el acto la secretaria de Cultura, Sarita Mansilla de Gutiérrez y el director de Educación, el Dr. Raúl Ascarrunz.

La misma documentación fue entregada a la eximia periodista Deisy Ortiz del Diario Mayor EL DEBER, a la dirección del CEA y a la Dirección Distrital de Educación II.

Nuestra sana intención es demostrar que, dentro de la educación informal, hay un currículo oculto que tiene fuerza formadora en los ciudadanos que captan los usos y costumbres que modelan la conducta social. Tal el caso de la mala ortografía. Nuestros niños, jóvenes y demás observadores van asimilando las palabras públicamente expuestas con faltas ortográficas que el currículo oculto las transmite al subconsciente, integrándolas en la cultura de los mismos.

Una ciudad que progresa debe equilibrar todos los aspectos para un efectivo desarrollo. De ahí que no sea loable apuntar solo a aspectos materiales, descuidando detalles de una buena instrucción. Si se dispone de invalorables medios intuitivos para reforzar lo aprendido en los centros de educación formal, es altamente censurable el soslayar este hecho.

El buen manejo del idioma de Cervantes requiere del nivel y la calidad educativa de los pueblos. Utilizar una buena nomenclatura urbana significa respeto al vecino a quien se dirige el mensaje.

La educación, como fenómeno social, es responsabilidad del Estado Boliviano; pero observar las recomendaciones de la señalética corrigiendo la mala ortografía, es la sentencia que se impone a los señores concejales. Tal la solicitud universalmente inédita de los estudiantes del CEA cruceño.

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