4 de mayo de 2024, 4:00 AM
4 de mayo de 2024, 4:00 AM

La historia de un falso médico pone en el debate la desprotección en la que viven los ciudadanos de Santa Cruz. El hombre -ahora detenido en Palmasola- practicaba la medicina, hacía procedimientos complejos y hasta cirugías desde hace varios años, lo hacía en la impunidad.

 
Una tras otra, las denuncias contra el chileno llamado Christian Emilio Gosen se fueron sumando. Al principio hablaban personas que habían sobrevivido a la mala praxis, pero después se conoció de dos pacientes que perdieron la vida, presuntamente como consecuencia del mal ejercicio de este falso médico.
Lo que es muy preocupante es que este hombre, sin título reconocido para ejercer la medicina, atendió a decenas de pacientes durante varios años.

Ofrecía sus servicios por internet, cobraba menos que otros galenos profesionales y ofrecía hacer estudios complejos y a bajo costo. Él operaba y su pareja presuntamente era quien ponía la anestesia. ¿Se da cuenta de la gravedad del asunto?


Entonces, a quién se debe interpelar porque un sujeto haga lo que quiere con la salud de quienes confiaron en él. Cayó Gosen porque fue denunciado, pero no se sabe cuántos falsos médicos pululan en Santa Cruz y en Bolivia, aprovechándose de la buena fe y la confianza de sus pacientes.


Hay que aplaudir la iniciativa del Servicio Departamental de Salud para controlar a las ambulancias que hicieron de los accidentes una fuente de riqueza. Por cada persona atropellada llegaban varias ambulancias, que movilizaban a esos pacientes en clínicas privadas donde les cobraban el Seguro Obligatorio contra Accidentes de Tránsito (SOAT). Desde la Gobernación los están fiscalizando.


Al mismo tiempo, es urgente exigir que las autoridades departamentales de Salud ejerzan mayor control sobre clínicas y centros médicos particulares, de manera que cumplan requisitos indispensables para atender situaciones graves de salud, muchas de las cuales están entre la vida y la muerte.


Aún falta controlar lo que pasa con la venta ilegal de medicamentos en ferias, mercados, etc. ¿Quién le pone el cascabel al gato? Estamos soportando un escenario en el que la salud privada se hace muy costosa para un paciente de bajos recursos; los médicos también son escasos y tienen aranceles elevados. 

A eso se añade el peligro de consumir ciertos remedios que se venden de contrabando, a plena luz del día y con rebaja. Se trata de un escenario complicado para cualquier persona. Es por esa razón que quienes necesitan atención especializada en salud optan por la automedicación u otras prácticas para curarse, pero al mismo tiempo se corre mucho peligro de vida.


Por todo lo anotado, es urgente que el servicio departamental de salud de Santa Cruz apruebe normas de control para que la población deje de estar a merced de charlatanes en todos los espacios y plataformas.

 
El Colegio Médico también debe ser protagonista, de manera que exista la certeza de que todos los que dicen que son médicos, puedan acreditarlo con documentos que certifiquen la formación profesional. No alcanza con corroborar que se sabía de la existencia de un falso médico, porque si un ciudadano ve una situación de peligro para otros, está en la obligación de denunciarlo.


En Santa Cruz hay mucha gente que piensa que puede hacer lo que quiere y, muchas veces, lo hace porque no existe el suficiente control. ¿Cómo hacerlo con pocos recursos? Está en las manos de las autoridades definir cuáles son las prioridades y destinar los fondos de manera eficiente para que alcancen.

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