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El chanchito de las reservas internacionales baja de peso

Gonzalo Chávez/Economista

8 de marzo de 2021, 11:49 AM
8 de marzo de 2021, 11:49 AM

En la semana que termina, las reservas internacionales netas (RIN) del Banco Central de Bolivia (BCB) se han situado en 4.890 millones de dólares. Este hecho ha suscitado que se prendan focos rojos en el tablero de la economía, que gremios empresariales manifiesten preocupación y que la oposición eche el grito al cielo. Por otra parte, el Gobierno ha salido decir: Sereno moreno. Todo está bajo control y que no cunda el pánico. Las RIN son suficientes para la salud económica de Bolivia.

Pero, al final del día, ¿Por qué la reducción de esta variable ha colocado mucha gente al borde del ataque de nervios? ¿Qué diablos son las benditas RIN? ¿Cuánto es un nivel adecuado de RIN? ¿Para qué sirven? ¿Podemos gastarlas sin medida ni clemencia? ¿Nos salvarán de la crisis?

Las RIN son activos externos que están bajo control del BCB y que pueden ser usados para sostener importaciones, intervenir en el mercado cambiario y defender la tasa de cambio cuando sea necesario. También son una garantía de estabilidad del sistema financiero e inclusive pueden fomentar la actividad económica, convirtiéndose en préstamos. Es una alcancía o chanchito que guarda los ahorros del Estado. 

La acumulación o reducción de las RIN es el resultado de las transacciones que un país realiza con el exterior. Básicamente, las RIN son positivas cuando suben las exportaciones, se incrementan los créditos externos, llegan más transferencias de los bolivianos que viven afuera y las inversiones extranjeras directas aumentan. Y las RIN se contraen cuando las importaciones suben, los pagos de intereses por deuda externa se incrementan, y los giros de los bolivianos al exterior o las inversiones de nacionales, hechas afuera, se disparan.

En 2006, las RIN del BCB llegaban a 3.177 millones de dólares. En 2014, éstas alcanzaron el pico máximo de 15.122 millones. Se multiplicaron casi cinco veces, $us 12.000 millones adicionales. Buena parte de estos recursos se originaron en los superávits de la balanza comercial (2006 y 2014), que a su vez se explican por el incremento espectacular de los precios de las materias primas que Bolivia exporta y el aumento del impuesto directo a los hidrocarburos (IDH).

A partir de 2015, esta tendencia positiva se revierte y las sacrosantas RIN comienzan a disminuir. En efecto, entre este año y 2019, cuando gobernaba el presidente Morales, las RIN disminuyeron en 8.655 millones de dólares. Bajaron de 15.122 en 2014 a 6.467 millones en 2019. Esto equivale a una reducción, promedio anual, de 1.731 millones. Por mes $us 144 millones y por día, $us 4,5 millones de verdes. Dado que se paró el motor externo de la economía, las RIN ayudaron a sustentar la demanda interna y financiar el déficit público que, en el mismo período, fue del 6,7% del producto, en promedio. Entre 2020 y el primer bimestre de 2021, las RIN cayeron en $us 1.578 millones. De estos, $us 1.163 millones ($us 106 millones por mes) fueron gastados por Jeanine Áñez y $us 416 ($us 140 millones por mes) por Arce.

Al 23 de febrero del 2021, de los 4.890 millones de dólares de RIN, 2.498 millones están en oro (51%) y 2.392 millones en divisas (49%). ¿Este valor es mucho o poco? Existen parámetros de stock y de flujo para responder esta interrogante. 

En el primer caso, las RIN equivalen a seis meses de importaciones o alcanzan para el pago de seis años de los servicios de la deuda externa ($us 800 millones/año). Estarían en un rango de seguridad aceptable.

Cuando hablamos de flujo, miramos cuál será la evaluación del nivel de RIN en el tiempo. Por ejemplo, en 2021, por el lado de los ingresos de divisas, hay que evaluar la situación de la balanza comercial (exportación vs importaciones), y el ingreso de préstamos, inversiones extranjeras y remesas internacionales. 

En el caso boliviano, se espera que las exportaciones se recuperen, los precios del petróleo/gas, minerales y soya están mejorando. Así mismo, el Presupuesto General de la Nación estableció que el Estado se endeudará en 5.750 millones de dólares. Es probable que también mejoren las remesas de los bolis en el exterior. Si estos hechos se concretan, se podría esperar una mejora en el nivel de las reservas internacionales.

Por el lado del uso de divisas, si bien las importaciones se han reducido, lo han hecho menos que la caída en las exportaciones. Esto drenó divisas de las RIN. También se han perdido reservas debido al retiro de recursos del sistema financiero, por parte de depositantes, debido a la crisis política de noviembre del 2019 y finales del 2020.

Otra fuente que chupa RIN, es el déficit público que en los últimos dos años se ha doblado, se prevé que para 2021 éste alcance el 9,5% del producto. Se han estado usando divisas tanto para el gasto corriente, en bonos como en algunas inversiones. Esto se justifica por la crisis y la necesidad de sustentar a la economía por el lado de la demanda.

Éstos son los hechos de la realidad; sin embargo, la economía también es psicología. Un nivel adecuado de RIN sustenta el tipo de cambio fijo que tenemos en la actualidad. Mayores caídas en las reservas podría mandar señales negativas a los radares de las expectativas de las personas.

Muchas podrían creer que el chanchito de las reservas internacionales está bajando de peso con una velocidad muy alta y que esto no hace sostenible el tipo de cambio. Por esto, en este contexto es fundamental cuidar las RIN, pero sobre todo es importante implementar un programa integral de recuperación económica que muestre que entrarán más divisas al país por el sector exportador, mayores préstamos e inversión extranjera directa.

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