28 de mayo de 2022, 4:00 AM
28 de mayo de 2022, 4:00 AM

Estados Unidos se sumerge nuevamente en un debate de nunca acabar: el derecho a portar armas de fuego, casi sin restricciones en la mayoría de sus estados, versus el derecho a la vida. La matanza de 19 niños y dos maestras en una escuela de la pequeña ciudad de Uvalde (Texas), cuando un joven de 18 años disparó sin piedad dos fusiles de asalto y provocó una tragedia que tiene conmocionado al mundo, interpela las normas federales y estatales sobre la materia.

De acuerdo a cifras oficiales de la organización suiza Small Arms Survey señala que en EEUU hay más armas que habitantes. Hay 393 millones de armas de fuego en este país; es decir 120 por cada 100 habitantes, lo que constituye más del 40% de todo el arsenal civil del mundo, según publica el diario Expansión en un extenso reporte. Mientras tanto, hay más de 800 millones de unidades a la venta en el mercado legal e ilegal. En el caso de Texas, se aprobó una reciente norma que flexibiliza aún más el porte de armas.

La matanza de Uvalde ocurrió en un día apacible, poco antes del inicio de la vacación de verano. El joven de 18 años consiguió los fusiles, le disparó a su abuela en el rostro, publicó sus planes en sus redes sociales y se dirigió a la escuela para concretarlos. Ahora hay muchas críticas a la Policía por la lentitud con la que actuó, pese al clamor de los padres que rogaban la intervención para evitar la matanza. Las identidades y rostros de las víctimas se han ido publicando y conmueve ver que un hombre perturbado hubiera podido arrebatar las vidas de pequeños y de dos mujeres dedicadas a la enseñanza.

Lamentablemente, no es un caso aislado. Diez días antes hubo otra matanza en un parqueo de supermercado en Búfalo (Nueva York). El reporte de Gun Violence indica que en los cinco meses de 2022 se han producido más de 200 tiroteos en el país de Joe Biden.

Pese a las evidencias dramáticas, pese a las vidas robadas en estos eventos, en Estados Unidos hay muchos defensores del uso de armas de fuego por parte de civiles. La Asociación Nacional del Rifle tiene entre sus miembros a políticos y empresarios poderosos. Uno de ellos es precisamente Donald Trump y otros líderes del Partido Republicano. Aunque la tragedia de Uvalde aún duele a los estadounidenses, este ente celebrará su convención en estos días y se prevé que los oradores mantengan la defensa de portar armas.

Las ahora polémicas normas que dejan tanta libertad para el porte de armas, se basan en la segunda enmienda a la Constitución de Estados Unidos, aprobada en 1791; es decir hace 231 años. Entonces, cuando esa nación apenas nacía, los “padres fundadores” consideraron que era necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado libre, por lo que dispusieron que no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas.

Pero han pasado casi dos siglos y medio. En EEUU hay fuerzas de seguridad constituidas a escala federal y estatal, lo que configura una realidad muy diferente a cuando se fundaba ese país. El nuevo contexto demuestra que hay frecuentes tiroteos y crímenes, muchos de ellos protagonizados por personas que tienen desórdenes mentales, quienes aún así pueden acceder a armas de fuego de todo tipo y calibre.

Este debate es quizás uno de los principales retos del presidente Joe Biden. Si bien existen los defensores de las armas, parecen aumentar quienes piden un freno para que el acceso a estas no sea tan libre. El derecho a la vida es un derecho humano y Estados Unidos no puede seguir viviendo como en el lejano oeste.

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