Opinión
El Gobierno Corporativo y las empresas en crisis
José Díaz Molina*
Es evidente que una contingencia imprevisible como la pandemia ha puesto de manifiesto la solidez o debilidad de la gobernanza de las empresas para procurar la continuidad del negocio y el resguardo de la salud de su personal. Las decisiones acertadas o erradas de los socios, directores y ejecutivos tuvieron como consecuencias la liquidación, escisión, venta o el cambio del objeto; de líneas de negocio; de productos o servicios y otros cambios como efectos del Covid-19.
En este momento existen empresas que se encuentran ante el reto de sobrevivir, crecer o liquidarse en medio de un contexto político, económico y social complicado, por lo tanto necesitan contar con un gobierno corporativo sólido, de manera que los órganos de administración y de control de la sociedad cumplan su rol de la mejor manera y puedan tomar decisiones acertadas en beneficio de la empresa y de sus grupos de interés (accionistas, trabajadores, proveedores y acreedores).
El control y el manejo del riesgo (estratégico, operativo, financiero, de mercado, comercial, reputacional y otros) alineado al plan estratégio, es la piedra angular en torno al cual debe girar el gobierno corporativo de la empresa, por tanto la adecuada estructuración de los órganos de administración y de control a través de la elaboración de un Código de Gobierno Corporativo y demás normativa interna relacionada, ajustada a las características y necesidades de la empresa, más la participación de un grupo multidisciplinario de personas idoneas que integren dichos órganos, constituirán la base de la toma de decisiones asertivas y oportunas para afrontar la situación de crisis de la empresa.
En este sentido, los órganos de adminstración y control de la sociedad, más los respectivos comités conformados en razón de su normativa de gobierno corporativo, deben tener claramente identificados los problemas por los que atraviesa la empresa y sus posibles consecuencias así como los diferentes riesgos inherentes a los mismos, luego deben analizar todas las alternativas posibles de solución incluyendo sus efectos y contingencias, para que sobre esta base adopten las mejores decisiones con el conocimiento de los riesgos que éstas conlleven.
Será de trascendental importancia que los órganos de adminstración y control y los comités que conforman el gobierno corporativo se encuentren debidamente articulados y además se encuentren conformados por profesionales financieros, abogados, administradores de empresas, ingenieros comerciales, comunicadores y auditores o al menos cuenten con asesores externos de dichas ramas a fin de identificar y manejar de manera integral los riesgos a los que se exponga la empresa en crisis.
En el caso de las empresas familiares, además de contar con un Código de Gobierno Corporativo y demás normativa interna relacionada, es altamente recomendable la elaboración de un protocolo familiar o si lo tienen, hacer un ajuste del mismo si fuera necesario para fortalecer la relación de la familia con la empresa en los momentos de crisis.
José Díaz Molina
Abogado Corporativo