23 de septiembre de 2021, 5:00 AM
23 de septiembre de 2021, 5:00 AM


Los medios de comunicación de todo el continente americano hicieron este martes 21 un llamado sincronizado a defender el valor del periodismo profesional en el ecosistema digital para exhortar a las organizaciones supranacionales y a los países de la región a poner en agenda y asignar prioridad a la cuestión vital del valor de los contenidos periodísticos en las plataformas digitales, asegurando condiciones para una retribución justa y razonable por parte de estas últimas.

Se trata de una declaración de principios difundida de forma inédita de manera conjunta en los principales medios de las tres Américas para hacer notar la situación de vulnerabilidad de los medios de comunicación en el contexto digital, que ven cómo el valor que generan es capitalizado por otros actores.

Como ya se conoce, la publicidad, que es el sustento de los medios para cubrir sus operaciones, ha sido absorbida por las plataformas tecnológicas globales como Facebook, Google y otros, que utilizan libremente los contenidos que los medios producen con una alta inversión económica.

Lo que se busca es que los medios de comunicación tengan una retribución justa por el uso de sus contenidos, como se consiguió en Australia y algunos países de Europa, donde hubo iniciativas que contribuyeron a que las plataformas compensen a los medios por sus contenidos. En ese contexto, la Directiva Europea de 2019 reconoce el derecho de los editores a ser remunerados por las plataformas.

En febrero reciente, Australia dictó un Código de Negociación de Medios y Plataformas Digitales que prevé mecanismos de arbitraje obligatorio para asegurar que dichas plataformas paguen a los medios por el uso que hacen de su contenido y del cual obtienen fuertes beneficios directos e indirectos.

En Estados Unidos, la News Media Alliance que representa a unos 2.000 medios, gestiona una autorización del Congreso de ese país para negociar de manera directa con las plataformas.

Todas esas iniciativas surgen de la constatación de que en las últimas dos décadas se produjeron grandes cambios en la vida de los medios, que si bien tienen más audiencia que nunca, los ingresos que financiaban el periodismo profesional han sido absorbidos por intermediarios que concentran más del 80 por ciento de la publicidad digital mundial.

Los contenidos que producimos medios como EL DEBER, valorados por nuestras audiencias por su credibilidad, son esenciales para el derecho a la información de la sociedad y vitales para la buena salud de la democracia, pero el sostenimiento del periodismo está en riesgo.

Medios con dilatadas trayectorias y confianza ganadas en décadas de trabajo, como esta casa periodística, pagamos abultadas planillas laborales, cubrimos costosas inversiones para trabajar, mientras plataformas como Facebook, Google y otros se alimentan con nuestros contenidos sin pagar los derechos de autor.

Es más, en Bolivia tenemos el caso sui géneris de plataformas locales que tienen un empleado contratado y que se dedica a piratear contenidos de los grandes medios que deben pagar a centenares de trabajadores en la producción de contenidos. Existe el caso ya famoso de un portal boliviano que pertenece a una exautoridad de gobierno que lucra copiando y pegando contenidos de grandes medios que invierten mucho dinero en sus tareas informativas.

Como dice el pronunciamiento publicado ayer de la SIP, Asociación Mundial de Editores, OTI, Asociación Internacional de Radiodifusión, diversas alianzas y asociaciones de medios de Norte, Centro y Sudamérica, los medios exigen una retribución justa y razonable que se alcance mediante acuerdos entre partes. Nada más, pero también nada menos.



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