Opinión

El primero

22 de abril de 2021, 10:35 AM
22 de abril de 2021, 10:35 AM

Al ser humano le gusta ser el primero porque eso se asocia al triunfo, a hazaña, y puede colocar a uno o unos sobre los otros. Quizás por eso, nos disputamos el origen de las cosas, o el inicio de otras. Así se explica el interés de hablar de un “primer grito libertario”.

Desde luego, en el siglo XIX, con las limitaciones de la época, poco se podía hacer para una historia comparada así que se consideró a una fecha de 1809 como la primera manifestación de que se quería expulsar a los españoles; es decir, liberarse de estos. Poco se tuvo que esperar para que los historiadores advirtieran que hubo alzamientos anteriores, especialmente de la población indígena.

Lo que yo encontré y postulé hasta hace poco es que la manifestación más remota en ese sentido en Sudamérica fue la sublevación de Manco Inca, que estalló en el Cusco el 3 de mayo de 1536. No obstante, no se puede descartar manifestaciones de rebeldía anteriores que hayan sido sofocadas, aplastadas y olvidadas. 

En el caso de Centroamérica, que fue la primera porción de nuestro continente a la que llegó Cristóbal Colón, la resistencia contra los invasores comenzó mucho antes.

El 12 diciembre de 1492, Colón mandó construir un fuerte con el maderamen de la Santa María, que había encallado. Por la proximidad de la fecha, lo llamó Navidad y, dejando a Diego de Arana al mando de 37 hombres en la fortaleza emprendió retorno a España el 4 de enero de 1493. Retornó a ese mismo lugar el 27 de noviembre de ese año y encontró el fuerte destruido y a todos los hombres muertos.

 

El cacique Guacanagarix, que había recibido pacíficamente a Colón en octubre de 1492, contó que el responsable de la destrucción del fuerte Navidad y la masacre de sus ocupantes fue Caonabo, gobernante de uno de los cinco pequeños reinos de esa región. Desde el principio, se sospechó que Caonabo había reaccionado en represalia por los malos tratos de los españoles hacia su gente. Fue Enrique Dussel quien afirmó, en el año del quinto centenario, que los ocupantes del fuerte habían robado, matado indios y violado a sus mujeres. “El cacique se dirigió al fuerte y ajustició a los invasores. Fue el comienzo de la resistencia en el continente”, publicó.

Entonces, el “primer grito libertario de América”, o el intento de expulsar a los españoles, ocurrió en la isla La Española, hoy territorio de Haití y República Dominicana, en 1493, en una fecha difícil de precisar.

Caonabo resistió hasta 1495, cuando fue capturado con engaños por Alonso de Ojeda y luego enviado a España para ser juzgado. La nave en la que viajaba, encadenado, naufragó y se lo llevó al fondo del mar.

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