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12 de marzo de 2023, 4:00 AM
12 de marzo de 2023, 4:00 AM

Por Eva Foronda / Decána Académica de Unifranz

Hablar de transformación, en tiempos disruptivos se ha convertido en un hábito común en el ámbito de la educación superior y casi en un proceso natural en nuestra experiencia en la Universidad Franz Tamayo. Nos ha permitido cambiar de manera sistemática el proceso de enseñanza-aprendizaje para avanzar hacia un proceso de aprendizaje-enseñanza centrado en el estudiante.

Los actuales escenarios de aprendizaje requieren un modelo flexible, que permita moverse en modalidad híbrida. Ante este nuevo escenario surge la pregunta: ¿cuál es el papel del docente en este proceso?

En la era digital los docentes deben ser expertos en tecnología y saber cómo utilizarla para mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje. Los docentes deben estar actualizados en el uso de herramientas tecnológicas y ser capaces de integrarlas en el aula de manera efectiva. Las tecnologías educativas, como los programas de aprendizaje en línea y las aplicaciones educativas, pueden ayudar a los estudiantes a aprender a su propio ritmo y permitir a los docentes personalizar el aprendizaje.

Entender y asumir esta nueva realidad del docente es responsabilidad de todos, de forma sistemática se está transformando la educación empezando por un modelo centrado en el estudiante, ofreciendo infraestructura y tecnología adecuada y fundamentalmente formando y acompañando a los docentes en este proceso.

Hemos entendido que el docente debe generar un escenario en el que todos quieran aprender. Se trata de crear en los docentes experiencias y buenas prácticas para que la interacción docente estudiante sea una dinámica constante de creación. Se debe reconocer que los docentes ya están haciendo una gran cantidad de trabajo en el aula para adaptarse a los cambios en la sociedad y en la educación. Han estado incorporando tecnología en sus clases y han estado trabajando para crear ambientes de aprendizaje inclusivos y equitativos. Sin embargo, en tiempos de transformación, estos esfuerzos deben intensificarse y los docentes deben estar preparados para ser líderes en el cambio.

Vivimos en un mundo cada vez más complejo y en este sentido necesitamos formar profesionales con capacidad de adaptación y que sepan responder a este ámbito complejo. El docente que desarrolle habilidades para hacer énfasis no sólo en conocimientos técnicos si no también en fortalecer las habilidades socioemocionales en sus estudiantes es un docente que ha comprendido la esencia del modelo.

A medida que los trabajos cambian y los estudiantes enfrentan desafíos cada vez más complejos, es importante que tengan habilidades como la resiliencia, la creatividad y la capacidad de adaptarse al cambio. Los docentes pueden ayudar a desarrollar estas habilidades al proporcionar un ambiente de aprendizaje seguro y alentador, motivando a los estudiantes a tomar riesgos y a aprender de sus errores, a fomentar la colaboración y el trabajo en equipo. Si el docente entiende que en un aula de 30 estudiantes tiene 30 realidades diferentes, debe extremar esfuerzos para gestionar el aula de manera crítica y adoptar el cambio continuo sabiendo que no es suficiente entregar sólo conocimientos técnicos a los individuos.

Si queremos formar profesionales con habilidades para el futuro, el papel del docente adaptable es importante, sin embargo, no es el único actor en este escenario, las familias también tienen un rol en esto y es el de apoyar y comprender estos cambios. Por lo tanto, la socialización de información a la familia de nuestros estudiantes es parte de los elementos necesarios para la transformación. Si la familia del estudiante comprende el modelo de persona que estamos formando, el por qué y la complejidad del escenario, tendremos entonces en nuestras aulas estudiantes doblemente motivados y predispuestos a dejar las viejas prácticas de aprender y ser evaluados.

Finalmente, los docentes deben estar dispuestos a trabajar en colaboración con otros docentes, padres y miembros de la comunidad. En tiempos de transformación, es esencial que los docentes trabajen juntos, compartan experiencias y personalicen el proceso de aprendizaje y enseñanza para formar personas capaces de responder a los nuevos problemas de la sociedad.



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