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22 de noviembre de 2018, 4:00 AM
22 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Es saludable la amnesia crónica que defiende la “democracia de antes” y su pureza cuando nunca fue pura? Asimismo, ¿acaso las dictaduras no democráticas, no acataron el Plan Cóndor del ‘Imperio de la democracia’?

Cuando Hugo Banzer Suárez era coronel y vivía en Buenos Aires, fue a verlo una delegación del MNR y FSB, partidos democráticos, para proponerle el golpe contra el Gobierno también de facto de Juan José Torres, apoyado por partidos de izquierda. ¿Dictadura? ¿Democracia? ¿Híbrido?

En 1982, la democracia triunfa luego de 18 años y asume Hernán Siles Zuazo, quien hereda una crisis económica y social sin precedentes (25.000% de hiperinflación) y un congreso “democrático” que lo bloquea de principio a fin. Su vicepresidente confiesa que no lo mandan ni a comprar pan y anuncia su candidatura constitucionalmente prohibida, apoyado por la Iglesia y otros grupos.

Junto a la frase “Bolivia se nos muere”, asume 1985 el Gobierno del expresidente Víctor Paz Estenssoro (MNR); asesorado por Jeffrey Sachs, despide a 27.000 mineros (21060), impone el modelo económico neoliberal que estabiliza la economía, pero el costo lo paga el pueblo.

En 1989, el Congreso hizo presidente al candidato que quedó en tercer lugar, desconociendo los resultados que daban el triunfo al MNR. Jaime Paz desarrolla la diplomacia “Coca no es Cocaína” e implementa un modelo privatizador.

En 1993 asume Sánchez de Lozada, implementa un modelo descapitalizador, irónicamente llamado “capitalización”.

¿Se respetó la Constitución en estos periodos? Cito una frase memorable del cruceño José Ortiz Mercado en esa época: “La Constitución se modifica cada rato, es como un ekeko, le cuelgan de todo”.

En 1997 asume el general Hugo Banzer Suárez en medio de una crisis integral. Descubre que sus ‘aliados’ planeaban su dimisión, renuncia aquejado por el cáncer y tras su fallecimiento, asume por un año Jorge Quiroga. Su Gobierno ocupó el primer lugar en corrupción.

Gonzalo Sánchez de Lozada vuelve en 2002, con la promesa de “arreglar los errores de la capitalización” (1993-1997): “Yo conozco a mi wawita”, dijo en esa época. Renuncia a su mandato en menos de dos años en medio de una convulsión social. Asume Carlos Mesa, renuncia. Asume Rodríguez Veltzé.

Evo Morales Ayma es el resultado de los desaciertos de la política neoliberal de los 20 años de gobiernos de derecha-izquierda a través de pactos. Por eso es que el voto del pueblo apoya una agenda y todos los cambios estructurales: nacionalización y constituyente.

Hoy la oposición demanda respeto a la democracia, a la Constitución y al 21-F.

¿Es un problema la hegemonía de poder tanto en la derecha pactada como para el presidente a quien el pueblo le dio hegemonía con el voto? ¿Se repiten los errores de la derecha, crisis de la justicia y corrupción? ¿Hay elementos de cambio en la oposición?

¿Qué pasará el día después con Evo, Mesa, Cárdenas, Samuel, Costas u otros? No somos un país que pueda jugarse en cada elección al país entero y tenemos historia de sobra para evaluar.

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