Opinión

La cuarentena de la gente y la angustia del poder

25 de abril de 2020, 12:14 PM
25 de abril de 2020, 12:14 PM

No se trata de ampliar y ampliar la cuarentena, bajo el argumento de la indisciplina e irresponsabilidad de algunos sectores de la ciudad y las provincias.

No descarguen toda su ira e incapacidad contra la población, que en gran parte viene acatando la cuarentena y las medidas de restricciones. 

No se laven las manos del actual estado paupérrimo en que se encuentra la salud, cuando han tenido catorce años para construir, fortalecer y poner en marcha un sistema de salud completo y eficaz. 

La solución no pasa por seguir con esta lógica de extender la cuarentena y seguir alargando la agonía. 

El virus llegó, está con nosotros, se moverá en los espacios que se le abran las puertas y atacará a los que no tengan los cuidados necesarios. Con cuarentena o sin ella, el covid-19 estará rondando por las calles, avenidas, fuentes laborales, boliches, fiestas, estadios, etc. 

Si en 14 años ni el gobierno central, departamental y municipal no han podido armar un poderoso sistema de salud, no nos vengan con el cuento de que no había dinero, ni tampoco muestren sus caras compungidas y con barbijos, diciéndonos que todo fue culpa del imperialismo yanqui y chino. 

Este es un tema central de la actual lucha contra la pandemia: el sistema de salud que nos desveló que no había los ítems suficientes, no había equipos especializados, no había material de bioseguridad para el personal médico y enfermeras, no había hospitales o centros especializados, no había recursos económicos, ni los suficientes medicamentos básicos. El virus lo hizo notar y seguramente se han tomado las acciones más importantes para subsanar todas esas deficiencias en ese sistema de salud, que lo administran el gobierno central, departamental y municipal. Además de las cajas de seguridad y de salud. 

Si en 14 años poco han hecho por la salud, qué pueden esperar o hacer en esta cuarentena. El problema mayor no es la gente, sino una estructura institucional y de autoridades de turno, que cogobernaron con el poder central, tiempo en el cual, imperó la descoordinación y los aprestos electorales con anticipación por el sillón municipal y departamental. 

Sin duda, que otro hubiera sido la situación, si los niveles de gobierno hayan priorizado la salud en todos los campos, no solo en el discurso, sino en las acciones y en el dinero, que es lo que cuenta para toda contingencia. Tampoco vamos a seguir quejándonos, pero mínimamente el poder local mínimamente debe asumir sus responsabilidades. 

El ser humano a lo largo de sus 350.000 años que está presente en la Tierra se logró adaptar al frío, a los terremotos, a las pestes, a las guerras civiles, fratricidas, mundiales, o a las bombas atómicas, y el que ahora se presenta es otra oportunidad de adaptarnos a convivir con el virus. 

Ahí estará la tarea de gobernantes, científicos, médicos, autoridades, artistas, empresarios y ciudadanos de afrontar a la pandemia, bajo la convicción de que siempre en la historia el homo sapiens y la humanidad, han triunfado con los destellos de vida.

Tags