La Inversión de Impacto
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Paola Navarro
La inversión de impacto no es simplemente un tipo más de inversión; es una forma transformadora que va más allá de la "inversión responsable". Mientras que esta última se centra en mitigar riesgos y evitar daños, la inversión de impacto tiene un propósito más audaz: generar un impacto social y medioambiental positivo que sea real, tangible y medible, sin renunciar al rendimiento financiero. Esta modalidad de inversión busca no solo obtener ganancias, sino también catalizar cambios significativos y duraderos en el mundo.
El panorama mundial sugiere que el mercado global de la inversión de impacto sigue expandiéndose y madurando. Según un reporte de la ANDE (Red Aspen de Emprendedores para el Desarrollo), entre 2020 y 2021 se invirtieron 478 millones de dólares en América Latina en aproximadamente 250 operaciones. Esta tendencia refleja cómo la sostenibilidad están cada vez más integradas en las estrategias de inversión de cada vez más inversionistas y gestores de fondos.
¿Qué Distingue a las Inversiones de Impacto? Las inversiones de impacto se diferencian por su clara intención de generar mejoras tangibles en la sociedad o en el medio ambiente. A diferencia de otras formas de inversión, estas se enfocan en objetivos específicos y medibles, lo que implica establecer indicadores precisos para evaluar su efectividad. No se trata solo de invertir por un retorno financiero, sino de comprometerse con un propósito que va más allá del beneficio económico.
Un emprendedor que adopta esta filosofía debe ser capaz de explicar no solo lo que hace, sino también por qué lo hace y cuál es el impacto real y medible que genera. Es crucial no subestimar el verdadero significado del impacto. Por ejemplo, aunque la creación de empleo es indudablemente positiva, no siempre constituye un impacto significativo por sí misma. Las empresas, en su funcionamiento habitual, requieren empleados, lo cual es un subproducto natural de sus operaciones, pero no su objetivo central. El verdadero impacto radica en cómo estas operaciones contribuyen a resolver desafíos sociales y ambientales de manera intencional y efectiva.
¿Que rol juega la tecnología? Un aspecto crucial es que la tecnología actúa como un aliado fundamental en la inversión de impacto. Puede ser un habilitador clave para abordar problemas ambientales y sociales, así como para fomentar la inclusión, pero debe ser vista como un medio y no como un fin en sí misma. Ejemplos de ello incluyen el uso de energías renovables para mitigar el cambio climático, fintech para promover la inclusión financiera, plataformas de e-learning para democratizar la educación, y soluciones de micromovilidad para un transporte más sostenible, IoT para monitoreo y control de cultivos agrícolas. Estos casos demuestran cómo la tecnología puede generar un impacto positivo y duradero cuando se enfoca en resolver desafíos globales.
La inversión de impacto está transformando la manera en que entendemos el desarrollo social y económico, situando a los emprendedores y sus negocios en el corazón de este cambio. El acceso a capital es esencial para que estas iniciativas puedan prosperar, y es aquí donde los fondos de impacto juegan un rol vital al canalizar recursos hacia empresas, startups y emprendedores con el potencial de generar un impacto real.
Sin embargo, construir un ecosistema que permita alcanzar un doble retorno —financiero y con impacto requiere más que solo capital; demanda la colaboración, educación y el fortalecimiento de todos los actores involucrados.
Por ello, es imprescindible abrir espacios de diálogo y cooperación donde se puedan compartir ideas y estrategias innovadoras. En Bolivia, el VCILAT, impulsado por Cainco y su agencia de innovación, se ha consolidado como el foro más importante para el capital emprendedor y la inversión de impacto. Este encuentro anual, que arranca el día de mañana 21 de agosto, reúne a los principales actores del ecosistema, ofreciendo una plataforma donde emprendedores, fondos de inversión, y organizaciones de soporte pueden unirse para forjar el futuro del emprendimiento y la inversión de impacto en la región.