25 de enero de 2022, 4:00 AM
25 de enero de 2022, 4:00 AM

Un informe muy completo de EL DEBER en su edición de domingo revela que las exportaciones de minerales durante el año 2021 superaron los $us 5.322 millones, lo que significa una participación del 54 por ciento del total de las ventas nacionales al exterior, pero paradójicamente los ingresos que esta actividad extractiva deja al Estado por impuestos solo alcanza al 2,7 por ciento de esa millonaria cifra.

Las estadísticas del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) dicen que el año pasado la actividad minera dejó una contribución de $us 144,1 millones, que representan ese 2,7 por ciento de sus exportaciones.

¿Cómo se explica que siendo el principal rubro de exportación del país su contribución impositiva al Estado sea tan pequeña?
La respuesta la da el presidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Héctor Córdova, cuando asegura que como en cualquier otra actividad, las empresas mineras están obligadas a pagar impuestos y regalías, pero no todas lo hacen, y entre las que no lo hacen están las cooperativas mineras.

Los cooperativistas son actores privados que controlan más del 50 por ciento de las exportaciones mineras del país. Sin embargo, dice Córdova, ellos aprovechan las reglas de la Ley Minera que establece un pago de hasta el 7 por ciento de regalías por la extracción de este mineral.

Sin embargo, esa misma norma dice que si un yacimiento es completo o malo, las operadoras deben pagar 5 por ciento de regalía. Si el yacimiento es marginal y la producción se realiza a pequeña escala artesanal, deben pagar solo el 2,5 por ciento.

Hecha la ley, hecha la trampa, reza la expresión popular, y los cooperativistas mineros lo saben; por tanto, todas las cooperativas declaran que su yacimiento es marginal y que trabajan de forma artesanal y pagan 2,5 por ciento de regalía, pese a que en lugares como Mapiri o Rurrenabaque los cooperativistas utilizan maquinaria pesada y dragas inmensas, que no corresponden a actividades de pequeña escala, observa el presidente de Comibol.

Las cooperativas mineras se caracterizan porque dan ocupación a más del 90 por ciento de la fuerza laboral minera, y participa aproximadamente el 11 por ciento del tonelaje total de minerales producidos.

Cinco compañías mineras grandes con capital extranjero participan con el 76,5 por ciento del tonelaje de exportación de minerales, aunque dan empleo solo al 4,2 por ciento de la fuerza laboral del sector porque sus operaciones tienen un uso intensivo de capital y tecnología.

Esas empresas son las que más contribuyen a las recaudaciones del Estado porque sus impuestos representan el 74 por ciento del total de la renta minera.

Si el Estado quiere mejorar el porcentaje de impuestos que dejan las empresas mineras cooperativas se tendrá que cambiar la Ley Minera, vigente desde 2014. También hará falta formalizar las operaciones de esas empresas, que en las condiciones actuales gozan de grandes privilegios en comparación con las compañías privadas.

El principal obstáculo para ordenar mejor la operación de las cooperativas mineras en el país es de orden político: este sector es un aliado muy fuerte del Gobierno actual y por tanto es poco probable que las autoridades se animen a cambiar una ley que les modificaría las reglas de juego.

Los especialistas dicen que en lugar de esos $us 144,1 millones actuales, si todos los actores de la minería, principalmente los cooperativistas, pagaran impuestos y regalías, la renta minera llegaría a $us 1.000 millones anuales.

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