13 de abril de 2022, 4:00 AM
13 de abril de 2022, 4:00 AM

Hace no más de veinticinco años, nosotros los que ya estamos bordeando los cuarenta, crecimos ajenos a la exposición a los medios digitales como lo están nuestros hijos, antes las noticias nos llegaban por diarios, revistas, televisión y radio, solo eso.

La información que nos llegaba era revisada, controlada y normada; y nuestros padres tenían cierta seguridad de que estábamos protegidos de los efectos negativos de una cultura destructiva, dígase, exposición a material prohibido e influencia negativa.

Ahora la revolución de los medios sociales ha cambiado todo esto. Mis hijos miran a influencers famosos (cualquiera que suba algún contenido y tenga cierto éxito) que les enseñan cómo ser los mejores jugadores del play, aprenden a hacer gambetas través de youtube y saben la vida de todos los jugadores de fútbol debido a que ven Emahavok, un famoso youtuber venezolano. Pero qué tan preocupado estarías si un intruso o un internauta le enseñara a tu hijo de manera sistemática un concepto distorsionado y pervertido del sexo. Te escandalarías. El riesgo, está a un click.

Alrededor de 20 millones de menores de edad están en Facebook. De ellos 7,5 son menores de 10 años. El internet ha sobrepasado a la televisión como preferencia en niños en cuanto a los medios tradicionales.

La revolución de los medios digitales nos está conectando de manera positiva como nunca antes lo hubiéramos imaginado, sin embargo esto tiene algunos riesgos que son necesarios que los conozcamos. Uno de los principales es el acceso a sitios prohibidos y a la influencia de cualquier persona trastornada.

Por ejemplo si un niño por error en la búsqueda de información llega a poner xxx, o algo relacionado a la pornografía, la inteligencia artificial va asociar que ese usuario/niño está buscando sexo por internet y le saldrá un montón de publicidades relacionadas a ese tema. Nos ha pasado alguna vez que buscamos comprar un auto y como arte de magia segundos después nos llegan ofertas de un montón de marcas y modelos. La inteligencia artificial se apropia de tu gusto y tu preferencia y se incentiva e induce al deseo. Eso le puede pasar a tu hijo de ocho años mientras estás trabajando y él, pasando clases virtuales.

Es necesario tomar conciencia y sobre todo controlar lo que ven e interactúan nuestros hijos en las redes sociales, con controles de páginas, revisando sus navegadores y sobre todo pasando tiempo y hablando con ellos sin la influencia de los dispositivos móviles, que nuestra influencia como padres supere a la de los influencers de las redes, así podremos reducir los riesgos a los que están expuestos.

Hablar temas profundos con nuestros hijos, incluido el sexo y sus implicaciones, es un factor que coadyuva a lo que ellos van a ir aprendiendo. No dejemos que las redes sociales y el internet sean los que eduquen nuestros hijos.

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