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Las verdaderas elecciones se están realizando ahora

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21 de julio de 2020, 3:00 AM
21 de julio de 2020, 3:00 AM

Freddy Terrazas Sedlak

En el mundo, en Bolivia no es la excepción, son las manifestaciones ciudadanas de distinta índole las que definen o cambian las decisiones políticas. La verdadera elección se está librando ahora, en la que los bolivianos estamos definiendo cuál es el camino para lograr elecciones limpias, justas y participativas que nos den la oportunidad de tener un gobierno estable y legítimo.

Son básicamente tres opciones que se discuten, aunque todos sabemos que una de ellas, la menos adecuada y la más impopular es la que ha definido el órgano electoral. Estas son:
-    Elecciones el 6 de septiembre.
-    Postergar las elecciones hasta que se controle la pandemia.
-    Nueva convocatoria a elecciones, para corregir la distribución parlamentaria y limpiar el padrón electoral.

Cada una de las opciones conlleva diferentes tiempos y consecuencias. La más inmediata, elecciones el 6 de septiembre tendrá graves consecuencias sanitarias y de baja participación. La segunda opción, postergar las elecciones, atenúa las consecuencias sanitarias y de participación. La tercera, una nueva convocatoria, tomará un mayor tiempo de espera, pero corregiría además, los vicios de fondo para que nuestro país pueda elegir de forma justa, transparente y equitativa.

Otro tema relevante, en cuanto a la reconversión democrática que Bolivia necesita, gira en torno hacia el cumplimiento de la ley, las pasadas elecciones fueron anuladas por fuertes indicios de fraude electoral denunciada por ciudadanos bolivianos y por las dos misiones observadoras, de la OEA y la Unión Europea. Las dos organizaciones internacionales, que juntas aglutinan a más de 60 países, meses después de los sucesos y con estudios en mano, siguen ratificado las graves irregularidades de las elecciones de octubre.

Ante tanto señalamiento, no queda duda del fraude, por tanto, debemos exigir que se cumpla la ley electoral, dejando de lado los cálculos políticos. Cumplir la ley sin importar las consecuencias hará que seamos un país serio y ayudará a construir una democracia que nos traiga prosperidad y oportunidades, como muchos otros países lo han logrado.

Inhabilitar al partido que propició tan cuestionadas elecciones, echando por la borda la esperanza y los recursos de los bolivianos, debería ser una acción sin discusión. Cualquier consecuencia por hacer cumplir la ley, como las temidas convulsiones sociales, serán mínimas comparada con la inestabilidad y zozobra permanente que tendremos por décadas, si no actuamos firmes y con apego a la justicia.

Debemos ser conscientes, que todos tenemos responsabilidad de acción ciudadana para construir un mejor país. Es nuestro deber demandar el cumplimiento de la ley y acciones orientadas a soluciones de fondo, porque el futuro de Bolivia en los próximos 30 años dependerá de este proceso electoral.

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