Opinión

Los hilos del poder

12 de julio de 2021, 5:00 AM
12 de julio de 2021, 5:00 AM

No se puede gobernar sin tener poder, al margen del poder institucionalizado o el poder de la calle (por ejemplo, los 21 días de resistencia democrática). El profesor alemán Lasalle definía a la Constitución como el conjunto de factores reales de poder que rigen un país, que los problemas constitucionales, no eran problemas de derecho, sino de poder. En efecto no sólo se gobierna desde el poder ejecutivo (control y toma de decisiones), sino también desde los otros órganos del Estado y la oposición política (cuando puede imponer agenda, equilibrar fuerzas y evitar abusos).

La Constitución boliviana establece que “el Estado se organiza y estructura su poder público a través de los Órganos Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral” (art. 12). La organización del Estado está fundamentada en la independencia, separación, coordinación y cooperación de estos órganos; además, las funciones de los órganos públicos no pueden ser reunidas en un solo órgano ni son delegables entre sí.

En el ejercicio del poder político, siempre ha prevalecido el órgano ejecutivo pero también se ejerce (o debe ejercerse) desde los otros órganos públicos. Así, por ejemplo, Hernán Siles Zuazo (1982-1985) renunció a la presidencia por la presión (bloqueo) real del entonces Parlamento, la hiperinflación económica y las movilizaciones sistemáticas de la Central Obrera Boliviana, entre otros factores. En el 2005, Carlos Mesa hizo lo propio por no tener una agrupación política propia, ni brigada parlamentaria y sus mismos aliados (los gonistas) se encargaron de moverle el piso y no aguantó.

En el caso de Jeanine Áñez mantuvo la arquitectura institucional del Estado (salvo el Tribunal Supremo Electoral), y el Movimiento Al Socialismo continuó con sus dos tercios y el control absoluto de ambas cámaras legislativas. También continuó intacto el poder judicial, el fiscal general del Estado, la defensoría del pueblo, la contraloría general, etc. Los partidos políticos siguieron haciendo sus cosas; los partidarios de Evo Morales, primero obstruyeron pero luego cooperaron con la pacificación del país y después sí que bloquearon hasta el oxígeno para los enfermos de la Covid-2019.

El control del aparato del Estado le permitió al MAS pavimentar su retorno al poder, trabajo que se facilitó en la medida en que Jeanine Áñez y su entorno cometían errores políticos de grueso calibre. Sin embargo, previa mediación de la Iglesia Católica y la Unión europea, la exmandataria logró la sanción y promulgación de la Ley N° 1266 de 24 de noviembre de 2019, que en el segundo artículo “deja sin efecto legal las elecciones generales realizadas el 20 de octubre de 2019 y sus resultados” y “se dispone la realización de nuevas elecciones generales para… el periodo de mandato constitucional 2020-2025”.

Las declaraciones de los excomandantes militares, confirman que las Fuerzas Armadas siguieron fieles a Evo Morales (incluso huido), no intervinieron al principio en las calles, salvo para sugerir que dimita el jefe de Estado y concretar la pacificación del país. La sospecha de que la carta de renuncia ya estaba redactada y firmada, se confirmó cuando los dirigentes de Comunidad Ciudadana, José Antonio Quiroga y Ricardo Paz, revelaron que el exministro de comunicaciones del gobierno del MAS, Manuel Canelas, el mismo domingo 10 de noviembre de 2019, les pidió una reunión, que se concretó a las 15:00 pm., y a la que asistió también la expresidenta de la Cámara de Senadores Adriana Salvatierra.

El ministro Canelas, en nombre del MAS, quería saber si Comunidad Ciudadana aceptaba a Adriana Salvatierra, como presidenta interina para llamar a elecciones. La sugerencia de renuncia de las FFAA se produjo recién a las 15:45 y la renuncia de Morales se dio en Chimoré a las 16:50. Ricardo Paz concluye que Canelas lo llamó, cuando ya había renunciado Morales, después de una larga reunión con sus más allegados en el hangar presidencial de El Alto, según Página Siete de 22 de enero 2020.

William Herrera Áñez / Autor del Libro: La Revolución de las Pititas en Bolivia


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