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3 de mayo de 2022, 4:00 AM
3 de mayo de 2022, 4:00 AM

Sin entrar en el tema del censo, la verdad es que ni la clase media como categoría económica ni el mestizo  como categoría cultural urbana son parte del modelo del MAS. No son ni siquiera mencionados.  Con mucha dificultad tuvieron que aceptar a los mestizos del campo y los ensartaron como “campesinos” en esa curiosa trilogía  de “indígena originario campesino”, mezcla de categorías étnicas con categorías ocupacionales o de clase, que figura en la CPE.

Ahí pensaron que terminaba el tema, pero los campesinos que no pertenecían a un grupo indígena quedaban fuera, por lo que tuvieron que inventar para ellos el término “interculturales”. Así el campesino no originario, o sea el mestizo rural ya tenía nombre. Costó que se aprendan el nuevo nombre pero al final lo impusieron.

Resuelto el problema del mestizo rural, ¿que pasó con el mestizo urbano? Ya no es intercultural porque ese nombre ha sido apropiado por los campesinos. El mestizo urbano es decir aquel que ya salió de su comunidad indígena para ir a la ciudad, con el sueño de convertirse en clase media urbana se quedó sin nombre, olvidado (¿o descartado?) por los ideólogos del MAS.

Su antiguo nombre era “cholo”, nombre con el cual fue intensamente denostado a fines del siglo XIX e inicios del XX por la oligarquía andina, la cual amaba lo indígena pero odiaba al cholo, es decir al mestizo, lo cual es evidente en obras como “el cholo Portales” de Chirveches y “la mentalidad chola en Bolivia” de Pérez Velasco. Pues ese cholo, que “tiende a clase media” ha quedado sin nombre en la nueva terminología del MAS. El término de “plebeyo que utiliza García Linera pretende cubrir el vacío pero no ha tenido éxito. Nadie quiere ser “plebeyo”.

En casos parecidos, ante la presencia de realidades que políticamente se quieren negar o evitar, se ha procedido a inventar nuevos términos. Los organismos internacionales son hábiles en eso, por ejemplo llamando “personas con capacidades especiales” a los minusválidos, para ser “políticamente correctos” . En cambio para los mestizos urbanos no ha habido nuevo nombre, se ha rechazado el uso discriminatorio de la palabra desde la colonia e incluso después, pero la misma no ha sido sustituida, quedando el sujeto, el mestizo, desaparecido, sin nombre.

Sabemos que todo el discurso del MAS  esta construido en la dualidad típica de los populismos, siguiendo a Leclos: buenos contra malos, indígenas contra k´aras. ¿pero que hacer con esa enorme masa humana que queda al medio que son los mestizos de toda laya? De ahí la necesidad de negar la existencia del mestizo, directamente negarla.

Esta grave falla ideológica y política del MAS está tratando de ser superada por García Linera, quien habla ahora de la necesidad de “recuperar a las clases medias para un proyecto progresista” Un poco tarde, ¿no?


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