¿Más política que demandas en San Julián?

Los interculturales de San Julián mantienen bloqueada la carretera entre Santa Cruz y Trinidad como medida de protesta contra la Gobernación cruceña, a la que critican por una supuesta falta de gestión, piden la construcción de una carretera hacia Brecha Casarabe y el mejoramiento del tramo Los Troncos-Okinawa.

Los bloqueadores, que impiden el paso de centenares de vehículos a los dos lados de los promontorios que han levantado, dicen que su medida será indefinida y que no la levantarán hasta no ver atendidas sus demandas.

Se ha constatado que al menos cuatro kilómetros de la ruta han sido intervenidos por los interculturales, con participación de mujeres y niños, por lo que la Policía Departamental dice sentirse obstaculizada de hacer cualquier intervención. Es más, el propio comandante Departamental, Erick Olguín, dice que aguarda la acción de la Gobernación para atender las demandas y levantar el bloqueo.

Asambleístas de oposición y el presidente cívico cruceño han advertido que la movilización tiene un carácter político que fue motivado por el jefe del MAS, Evo Morales, en su visita a San Julián el fin de semana, adonde concurrió acompañado del exalcalde de Warnes Mario Cronembold y la expresidenta del Senado Adriana Salvatierra, ambos dirigentes de su partido.

Ellos interpretan que en el contexto de las pugnas de poder dentro del MAS, Morales y el Gobierno utilizan a Santa Cruz como un lugar de experimento para medir fuerzas.

La Gobernación de Santa Cruz ha mostrado documentación de un acuerdo para la atención de necesidades suscrito entre autoridades de San Julián, el Viceministerio de Transportes y responsables de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), y que pese a eso el bloqueo de la ruta continuó adelante.

Todas esas condiciones previas hacen pensar que el bloqueo de los interculturales de San Julián, territorio donde pisa muy fuerte el MAS, podría tener en los hechos una motivación política, que a la vez formaría parte de ese permanente maltrato a la región que las autoridades nacionales parecen haberse propuesto unas veces por acción y otras por omisión o indiferencia, como en este caso.

Curiosamente, la maquinaria pesada enviada por la Gobernación para realizar trabajos de mantenimiento de los caminos en mal estado y que fueron señalados por los bloqueadores de San Julián, no ha podido llegar a su destino porque no logra pasar el punto de bloqueo.

Tampoco es casual la presencia de Evo Morales en esa población apenas horas antes de que comenzara el bloqueo de la ruta.

Como se sabe, desde que retornó al país, el jefe del MAS se dedica siete días a la semana a hacer política viajando entre provincias y áreas rurales de varios departamentos del país, desde donde lanza sus críticas e indirectas a veces al presidente Luis Arce, al vicepresidente David Choquehuanca o al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, y hace campaña encubierta para su eventual postulación a las elecciones de 2025.

Como consecuencia de todas esas maniobras, Santa Cruz está nuevamente aislada en su conexión con el norte, una vez más, como ocurre casi todos los días. Si no es la ruta a Trinidad, es la carretera a Cochabamba, a veces la nueva, a veces la antigua. Tal parece que el cerco con el que tantas veces se ha amenazado a esta región se viene ejecutando en una estrategia escalonada y por etapas.