8 de mayo de 2023, 4:00 AM
8 de mayo de 2023, 4:00 AM

Por: Carlos A. Ibanez Meier, Ph.D en Economía

En Bolivia, la caída de las reservas internacionales netas del Banco Central ha llevado a una disminución drástica en la disponibilidad de divisas líquidas, lo que pone en riesgo la estabilidad del tipo de cambio. A pesar de la situación crítica, los líderes gubernamentales aseguran que no hay razón para preocuparse, ya que Bolivia tiene suficientes dólares para mantener el tipo de cambio estable y una economía sólida con la inflación más baja de la región.

Sin embargo, la baja inflación en Bolivia es el resultado de la economía, está trabajando muy por debajo de su capacidad instalada demostrada por la fuerte caída del PIB y del aumento del desempleo y del empleo informal debido a la disminución de las exportaciones de hidrocarburos, la baja en los precios de las materias primas y los efectos del covid-19. Si el dólar se dispara como en Argentina, Bolivia enfrentará una recesión y una inflación galopante que afectará aún más a la economía.

La revista Economist ha señalado que la política populista y estatista de los últimos 20 años ha llevado al país al borde del colapso, mientras que el vicepresidente Choquehuanca ha confirmado que Bolivia se ha quedado sin recursos y necesita buscar préstamos urgentes.

Para abordar esta potencial situación crítica (Inflación + Recesión), se necesitan cuatro medidas económicas urgentes:

Recurrir al FMI.- Ya que el FMI es la institución mundial creada para socorrer a los países que se han extralimitado en su capacidad de sostener una deuda pública que garantice y sea aceptable para el resto de las organizaciones de préstamo multilaterales (como el BM, BID, CAF, etc.) y bilaterales (agencias de cooperación como Usaid, UE, GIZ, JICA, China, etc.), como también coadyuve a subir sus  calificaciones en los mercados de las bolsas internacionales para la cotización de sus bonos soberanos. Estos recursos imprescindiblemente vienen casados con condiciones duras, pero necesarias, que garanticen la recuperación económica del país prestatario. La Argentina al final lo ha hecho y ha tenido que recurrir al FMI para salir de su crisis actual.

Otorgar completa autonomía al BCB.-  Tal como se lo ha hecho en Perú desde 2002 ( cuyo presidente actual del BCP ejerce desde 2006), a pesar de haber pasado por más de 7 presidentes dentro de la turbulenta crisis política del país, ha logrado a la fecha acumular un RIN de más de 68.480 MM de $us,  lo cual se ha traducido en una apreciación del nuevo sol en 0,04% , y el riesgo país disminuyó 127 puntos en las bolsas internacionales.

Fortalecer el sistema financiero.-  Dotándole de liquidez necesaria aumentando los dólares en circulación; volviendo al sistema da cambio flotante como en la época del “Bolsín” donde la tasa de cambio es más transparente, libre y eficiente, puesto que sus precios tienden a fluctuar en un rango más estrecho incluso durante las épocas de crisis financieras (que en comparación a los cambios bruscos de las tasa de cambio fijo en el mercado negro); reduciendo las tasas de encaje legal; subiendo el interés de los depósitos en dólares; y finalmente eliminando el ITF.

Disminuyendo el déficit público.- Que implica:

Disminuir el gasto corriente a través de reducción de la administración pública. El 56,8% del PGE (50.518 MM de bolivianos, 2021) se fueron en Gastos Corrientes (sueldos y salarios). El Gobierno puede buscar reducir los gastos innecesarios, recortar programas no esenciales y hacer que el gasto sea más eficiente. El aparato estatal tiene más de 526 mil funcionarios y por año crece un 10% (Los Tiempos,16/04/2023.)

Privatización de empresas estatales: El Gobierno puede vender total o parcialmente empresas estatales para obtener ingresos y reducir la carga de los gastos públicos. Existen 72 empresas públicas del Estado donde el 85% de ellas están con déficit, en el 2021 reportaron un déficit de 2.331 MM de $us (Fuente: Ministerio de Economía y Finanzas Publicas).

El Gobierno puede emprender reformas estructurales en la seguridad social (siguiendo el ejemplo de Noruega). El Gobierno ha creado la Gestora para la administración de los más de 24 mil MM de dólares de las AFP a partir del próximo 15 de mayo, creando así un conflicto de interés porque el Estado pasa a ser gestor, regulador y gran deudor de los fondos de pensiones. 

No hay que reinventar la rueda y se podría imitar al Fondo de Pensiones noruego, cuyo éxito ha llamado la atención en todo el mundo. El valor de este fondo ha tenido un sostenido e impresionante crecimiento desde su creación en 1990 cuyo valor ha llegado a la asombrosa suma de $us 1 trillón (1 con 12 ceros) para una población de 5 millones de habitantes. Opera en el mercado mundial de valores (el tamaño de la bolsa de valores de Noruega no les es suficiente).

Su portafolio se compone de 60% en activos de rentas variables (acciones), 35% en activos de rentas fijas (bonos) y 5% en el mercado de bienes raíces.

El fondo es administrado por su propio Hedge Fund, invierte en más de 90 mil empresas del mundo y con una participación accionaria importante que les permite participar en el Directorio de varias de ellas como por ejemplo Apple y Google.

Como el Estado apoya al fondo con los recursos provenientes de su riqueza petrolera, este fondo también les permite sostener el “Estado de Bienestar “en Noruega, que es uno de los mejores en los países nórdicos y que les permiten tener altos estándares de vida, en términos de salud, educación, condiciones laborales, ayudas para el desempleo y pensiones de jubilación.

Reducción de subsidios: El Gobierno puede reducir los subsidios a empresas o individuos para reducir el gasto público. Evo dice que “La subvención a los combustibles es un cáncer y pide analizar su eliminación” (Los Tiempos, 16/04/2023). El subsidio a las importaciones de diésel y a la gasolina sobrepasa los 3 mil millones de dólares, los cuales benefician por igual tanto a pobres como a ricos. 

Si hiciéramos un simple cálculo de la composición del parque automotor por tipo de servicio y clase de vehículo que el INE proporciona para el 2021, notaríamos que de los más de 2,2 millones de vehículos en circulación solo el 1,62% corresponde a vehículos oficiales, el 5,51% a vehículos del servicio público y el 92,87% a particulares.

De los particulares si restamos todo lo que son vehículos de servicios productivos por sus propias características como ser camiones, buses, microbuses, minibuses, tracto camiones y maquinaria pesada, nos quedaría aproximadamente un 82,3% de uso exclusivamente privado, a los cuales se les podría cobrar el justo precio del mercado, con lo cual se podría ahorrar en subsidios más de 2 mil millones de dólares para el erario nacional.

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