17 de junio de 2024, 4:00 AM
17 de junio de 2024, 4:00 AM

El cambio climático y la creciente actividad humana en bosques y áreas protegidas plantean desafíos cada vez mayores en el combate de los incendios forestales. La temporada de quemas apenas ha comenzado y ya se registran 26 incendios que han consumido más de 29.000 hectáreas de vegetación en el territorio nacional.

Una de las zonas afectadas es el Parque Nacional Otuquis. Las condiciones meteorológicas han favorecido el avance del fuego desde Brasil, impulsado por fuertes vientos y la sequía en esa zona fronteriza. Estos incendios pueden extenderse a otras áreas del departamento de Santa Cruz, ya que, según medioambientalistas, el fenómeno La Niña está ingresando a Bolivia con mayores sequías. Un instituto brasileño especializado reporta que los incendios actuales en el colindante Pantanal se han multiplicado por diez respecto al mismo periodo del año pasado.

No se puede bajar la guardia. En el umbral de este invierno, las autoridades nacionales ya han emitido alerta amarilla, casi un mes antes que el año pasado.

Recordemos que el año pasado, los incendios forestales persistieron hasta fines de noviembre, mucho más allá del fin de la temporada seca histórica, que solía ser en septiembre. El fuego causó estragos en casi toda la región amazónica de Bolivia y puso en riesgo la vida de varias comunidades indígenas. Debemos prepararnos para una batalla de largo aliento.

Es alentador saber que los diferentes niveles del Estado están tomando mayores acciones para prevenir y combatir los incendios forestales. En primera línea, ya hay más de 5.000 bomberos solo en el departamento de Santa Cruz, quienes intentarán mitigar el fuego en la época crítica. En el frente aéreo, Defensa Civil está realizando patrullajes aéreos para detectar chaqueos, que este año se han adelantado.

Además, la Gobernación cruceña asegura estar mejor preparada. Han tejido un plan estratégico conjuntamente con la ABT y los municipios, que incluye un cronograma de quemas controladas y la dotación de equipos contra incendios.

Este esfuerzo viene acompañado del cumplimiento de la normativa medioambiental. La ABT ha regionalizado el periodo permitido para las quemas para evitar que ocurran en la época crítica. “Cualquier quema realizada en los meses restringidos incurrirá en una quema ilegal y la ABT actuará con sanciones”, aseguró la directora de Recursos Naturales de la Gobernación.

La alerta amarilla emitida significa que, en cumplimiento de la ley de Gestión de Riesgo, se han activado los Comités de Operaciones de Emergencia Municipales (COEM). Serán los bomberos desconcentrados en provincias quienes liderarán la conformación de los COEM, además de coordinar las tareas con los bomberos municipales, comunales y voluntarios.

También ha habido avances en capacitación. El Gobierno central informa que unos 7.000 bomberos se han preparado en cursos internacionales, incluyendo varias centenas de bomberos provenientes de comunidades indígenas y campesinas de los municipios con mayor recurrencia de incendios.

Ojalá que todo este esfuerzo desplegado en el territorio nacional logre controlar los incendios forestales, que causan daños medioambientales catastróficos año tras año. No estaría de más que esta batalla contra el fuego se lleve a cabo en conjunto con países vecinos, especialmente con Perú y Brasil, con quienes compartimos la gran región amazónica. Los nuevos desafíos climáticos regionales requieren de una estrategia conjunta para lograr la mayor efectividad posible.

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