7 de octubre de 2023, 7:00 AM
7 de octubre de 2023, 7:00 AM

La opresión es el acto de sofocar, presionar y someter. En este sentido, organizaciones internacionales “especialistas en análisis financieros” emiten informes de sus supuestas investigaciones y llegan a dar informes o calificaciones negativas, sobre todo a aquellos países que no están alineados a una política económica liberal, todo para poder presionarlos o causar malestar entre su población; ayudados por lo eternos “analistas económicos” que predicen y en algunos casos afirman que Bolivia ya vive una crisis económica.

Semanas atrás el Instituto Fraser y el Centro de Estudios POPULI, califico al país como uno de los países con menos “libertad económica”. Ahora le toca el turno a Standard & Poors, que es una entidad norteamericana (para variar), que califica al sistema financiero boliviano como de “alto riesgo”. No es coincidencia que este informe llegue días después de que el Estado Boliviano exprese su interés de ser parte de los BRICS, que es la agrupación de países que tienen por objetivo fortalecer el comercio internacional con monedas distintas al dólar americano.

Nuevamente, se evidencia que este informe tiene como prioridad el aspecto ideológico de “demostrar la inviabilidad” de la política económica de los países contrarios al liberalismo, porque, si verdaderamente hubieran investigado verían, por ejemplo que la mora bancaria es una de las más baja de la región con un 2,96%; cuando el país, aplicaba una economía liberal (2005) la mora era de 10,1%, pero para Standard & Poors y para nuestros eternos pronosticadores de la crisis esos datos no deben ser considerados.

Tampoco analizan el incremento de utilidades del sistema financiero. En 2020, producto de la pandemia, estaba en Bs 960 millones y, para la gestión 2022, las utilidades alcanzaron a Bs1.924 millones, lo cual fortalece el coeficiente de Adecuación Patrimonial, que es el indicador con el cual se mide la solvencia; los estándares internacionales indican que lo adecuado es un 10%; sin embargo, en el sistema financiero nacional fue del 14%.

Pero la variable que nunca tomarán en cuenta, porque no les conviene, es que la economía nacional puso al dólar americano en segundo plano; vale decir que tanto los ahorros como los créditos de los ciudadanos bolivianos en el sistema financiero superan el 90% en moneda nacional y menos del 10% en moneda extranjera. La disminución de la dependencia del Dólar en la economía nacional, sumado a la estabilidad de la moneda con una inflación baja, hace que nuestro sistema financiero y nuestra moneda tomen mayor fortaleza en el desempeño financiero, tanto nacional como internacional.

La disminución de la dependencia del dólar en nuestra economía hace que el Estado busque alternativas que dinamicen nuestro comercio exterior; en ese sentido, la “aproximación” a los BRICS hace que se enciendan las alarmas de los países que defienden la hegemonía del dólar y utilizan a estas entidades internacionales para presionar y someter a los ciudadanos nacionales a un ámbito de crisis económica futura, que es muy bien aprovechada por los “analistas económicos” para fundamentar (en algo) su predicción de la debacle económica que tanto añoran, nada raro que ahora quieran dinamitar no solo aduanas sino también los bancos.

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