Opinión

Pandemia y política

2 de febrero de 2021, 7:16 AM
2 de febrero de 2021, 7:16 AM

El coronavirus, que apareció en Wuhan, China, preocupa hondamente. Las cifras de contagiados y fallecidos por este virus siguen en aumento, tanto en el mundo como en Bolivia. Los laboratorios especializados se esforzaron en crear una vacuna eficaz que permitiera frenar esta pandemia,

Por otra parte, no sorprende que el populismo pretenda aprovechar esta calamidad para buscar apoyo y para deformar la realidad. Algunos afirman que solo se trata de una “gripecita”, y otros, que es una maniobra imperialista para dominar a los pueblos. Un evidente disparate.

El coronavirus llegó a Bolivia en un momento difícil. Por presión ciudadana ante el fraude en las elecciones del 20 de octubre de 2019 la ciudadanía en las calles, consiguió la renuncia del entonces presidente, y se conformó un gobierno interino al que le tocó enfrentar la aparición de esta pandemia. Luego, en los comicios del 18 de noviembre, fue elegido presidente de Bolivia Luis Arce Catacora, exministro del Gobierno de Evo Morales (2006-2019).

El presidente Arce pidió tener paciencia y aguantar, mientras grandes cantidades de contagiados sentían las carencias de un sistema de salud abandonado. Por supuesto que esto causó desagrado. No se percibía una acción efectiva de su Gobierno que solo pedía paciencia, que es lo que menos desea escuchar la ciudadanía.

Finalmente, la sorpresa: se recibió, con una ceremonia, encabezada por el presidente, 20.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik, mientras los habitantes de Bolivia alcanzan a más de 11.000.000, lo que muestra que lo recibido solo alcanza a dos dosis de la vacuna rusa para 10 mil personas; una insignificancia. Pero eso no es todo: El precio de la vacuna Sputnik no ha sido revelado, dizque por una cláusula de confidencialidad con el fabricante.

Por otra parte: ¿Se piensa aceptar o no la oferta de Naciones Unidas de proveer gratuitamente a Bolivia una significativa cantidad de vacunas para hacer frente a la pandemia? La expresidenta interina, señora Jeanine Áñez, recientemente se refirió a este tema: “… en una nota oficial, Naciones Unidas, en fecha 2 diciembre de 2020, indica que Bolivia será uno de los diez miembros del Covax, en recibir las vacunas de manera gratuita y con seguridad comprobada…”. No hay, hasta el momento, explicaciones e información coherentes.

Finalmente, mientras hay satisfacción oficial por esa exigua cantidad de vacunas, la Asamblea Legislativa aprobó una ley desafiando al sector de la salud: un innecesario conflicto en tiempos de pandemia, contraviniendo los derechos de los médicos bolivianos.

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