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Perforando una vez MÁS la democracia constitucional

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6 de noviembre de 2020, 10:57 AM
6 de noviembre de 2020, 10:57 AM

La saliente Asamblea Legislativa modificó sus reglamentos de funcionamiento reduciendo la exigencia de 2/3 a simple mayoría,  como si fuese un simple trámite administrativo. Una medida muy reprochable desde la perspectiva del intérprete constitucional conforme la  DCP 01/2020 de ampliación excepcional de mandato de autoridades electas concordante con su emergente Ley No. 1270, más la posesión de los nuevos legisladores (2020-2025). Ahora bien, en mi opinión hay un cuestionamiento más relevante que el ciudadano debe considerar en esta medida funesta. Ya que en el actual contexto, con la abrogación de los 2/3 para las decisiones de la asamblea legislativa plurinacional, no solo se estarían perforando una vez más la democracia constitucional, también estarían discriminando los derechos políticos de las minorías. Una medida aberrante en un sistema constitucional y democrático.

Considerando que en nuestro país, la democracia se ejerce constitucionalmente, entre otras, mediante la forma directa, participativa y representativa inexcusablemente por medio de los legisladores, por lo que todos los bolivianos tenemos derecho a participar libremente, no solo en la formación del poder político mediante nuestros asambleístas, sino directa o indirectamente en el ejercicio y control del poder político y, por supuesto, en la fiscalización de sus actos. Consecuentemente, se prohíbe que las funciones de los órganos públicos sean reunidas en uno solo o sean delegables entre sí, vedando al Legislativo u otra instancia, conceder atribuciones excepcionales a las de nuestra Constitución (Léase arts. 12. III y 140.I C.P.E.).  Además, la democracia se construye a partir de los disensos de todos, buscando la máxima concertación posible. Lo contrario es puramente autoritarismo, que acarrea ineludiblemente a la tiranía, así sea de parte de las mayorías. Una aberrante medida, que desconoce los derechos democráticos y constitucionales del 45% de los bolivianos, cuya representación legislativa quedo así, en este nuevo periodo constitucional que estará controlado por la mayoría del 55% (MAS). Dejando en manifiesto la arquitectura maquiavélica necesaria para echarle una vez más como si fuera dibujo libre, una chicanearía política, antidemocrática e inconstitucional que discrimina al resto de Bolivia.

Autor: Carlos Pol Limpias, Abogado, Doctorando en Derecho

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