Política fallida energética - del mar de gas a Mayaya
Alvaro Ríos Roca*
Desde 2013, los que algo conocíamos del sector de hidrocarburos en Bolivia, visualizábamos que, a partir de 2015, se avecinaba una rápida declinación de campos de gas natural, condensado y petróleo, la mayoría descubiertos aproximadamente década y media atrás.
También advertíamos que necesitábamos inversiones nuevas en exploración (no en desarrollo) para lo cual era necesario hacer ajustes al marco jurídico e impositivo. Lo anterior para reponer reservas y mantener producción de hidrocarburos que permitiría cumplir con la creciente demanda de los contratos de exportación de gas y de combustibles al mercado interno, lo que evitaría no desabastecernos en el largo plazo.
Una prueba de ello es este reportaje de 2013 que salió en varios medios de comunicación: ‘Alertan que Bolivia está reduciendo peligrosamente sus reservas gasíferas’ (opinión.com.bo). Por este análisis y llamado de alerta fui calificado de vendepatria, de neoliberal, de gasólogo incompetente y otros epítetos que prefiero no recordar.
Desde esa fecha hasta estos aciagos días de profundo desabastecimiento de energía en nuestro país, han pasado 11 años. Durante todo este tiempo, peregriné por infinidad de medios de comunicación, entidades e instituciones empresariales, universidades, colegios de ingenieros y economistas, cámara de senadores y diputados y algunos ministerios. Fui oído más no escuchado. La fiesta de consumir reservas con producción acelerada para exportar y entregar energía al mercado interno continuaba, sin entender que un día se agotarían, si no explorábamos en serio. A muy pocos pareció importarles.
Empresarios dichosos con subsidios y energía competitiva, Gobierno e instituciones estatales que recibían billones de dólares anuales de elevada renta gasífera para mayormente malgastarla, pueblo abastecido con energía barata que podía derrocharla, exuberante contrabando de productos subsidiados. He aquí otro aporte sobre los subsidios de 2023. https://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20230402/columna/perversos-subsidios-energia. En fin todos felices encumbrados con los dólares que se recibían de reservas de hidrocarburos descubiertas década y media atrás.
A través de una profunda propaganda ‘goebelística’, los medios de comunicación reproducían elocuentes fábulas de esta industria. “Estamos industrializado el gas”, “YPFB la fuerza que transforma Bolivia”, “Somos miembros de la OPEP del gas”, “planes exploratorios cada seis meses por doquier”, “Un ministro que dijo que nadie, excepto él, podía visualizar el mar de gas que se encontró”, “Bolivia, corazón energético exportador de Latinoamérica” y finalmente al colosal “Descubrimiento de Mayaya”. Hay mucho más, pero la memoria no me da ni el espacio alcanza. Vaya imaginación propagandística que se tenía cuando la realidad de la industria caminaba en sentido contrario hasta llegar donde hemos llegado. Un país casi neto importador de energía y sin divisas para importar la energía que el país necesita.
Pero lo más anecdótico e insólito de todo esto es escuchar al presidente Luis Arce Catacora echarle la culpa al gobierno del expresidente Evo Morales de esta debacle energética. ¿Es que acaso él no era su ministro de Economía y jefe del gabinete económico? ¿Es que acaso no leía y escuchaba las advertencias que le hacíamos los pseudo analistas? ¿Es que acaso cuando entró en campaña hace cinco años no se empapó de la realidad del sector energético en el país? ¿Es que no escuchó a su ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina que por tres años le pedía un cambio al marco normativo para gestar nueva exploración?
Algo no entiendo señor Presidente, ¿es que recién se dio cuenta de la debacle energética cuando vio a los choferes durmiendo en las calles esperando por diésel? Estamos desabastecidos y sin divisas para importar diésel y gasolina. Le voy a recordar señor Presidente, para que vayan planificando, en unos meses más estaremos necesitando importar Gas Licuado de Petróleo (GLP) y como van las cosas el 2028/2029 estaremos comenzando a importar gas natural. Al 2030 estaremos básicamente importando toda la energía que necesita el país, que a 85 $us/barril, resulta en aproximadamente entre 5.500 a 6.000 millones de dólares por año en importaciones.
Pero lo que es más patético aún, es que el expresidente Evo Morales culpa al presidente Arce de la debacle energética en la que se encuentra el país y dice que en su gestión se gestó mucha exploración.
La realidad nos muestra que la declinación de producción y reservas de gas natural sigue en picada desde el 2015, muy a pesar de que fueron advertidos 11 años atrás. Hidalgo sería que ambos hicieran algo de mea culpa y reconozcan que sus políticas estatistas y nacionalizadoras y de Estado-empresario no funcionan y que se equivocaron.
*Ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia y actual socio director de Gas Energy Latin América.