12 de febrero de 2024, 4:00 AM
12 de febrero de 2024, 4:00 AM

En lo que vamos del año 2024, la escasez de divisas se ha profundizado al extremo que el tipo de cambio paralelo se ha elevado en el mercado libre cambiario por encima de los 8,00  Bs por cada Dólar estadounidense, esto implica una devaluación implícita del 15%, más aun si consideramos que la comisión bancaria por transferencia al exterior en moneda extranjera superó el 20%, lo cual compensa con el diferencial del tipo de cambio, cuando el sistema financiero debe vender dólares al valor oficial.

La situación se complejiza en la medida que el principal demandante de divisas es el mismo Estado y sus empresas públicas estratégicas además del Banco Central. Solo YPFB demando el año pasado más de 3.000 millones de dólares americanos para cubrir las importaciones de combustible y el déficit energético, mientras que el BCB destino más de 1.200 millones de dólares al pago del servicio de la deuda pública interna y externa, y amortizo capital de la deuda por otros 900 millones de dólares americanos, según datos del INE y el PGE2024 del Ministerio de Economía y Finanzas

Con reservas internacionales en divisas (excluyendo el oro físico, valores y DEG) equivalentes a 166 millones de dólares a diciembre de 2023, según reporte del BCB, y con las restricciones de acceso al crédito provocadas por la falta de aprobación de nuevos empréstitos por parte de la Asamblea Plurinacional, la escases de dólares para el pago de las importaciones de combustible ha comprometido el abastecimiento, en particular de diésel que se importa en más del 80% de total de la demanda interna. Esto ha provocado especulación y la formación de otro mercado negro paralelo del combustible, donde el litro de gasolina o diésel oscila entre 8 y 10 Bs.

Desafortunadamente para el país, el sector productivo y la misma población, todas las medidas adoptadas para frenar la devaluación  subyacente y la escasez de la moneda extranjera han resultado vanas, como reza un dicho bien camba “como machetazos al agua”. La primera de ellas fue el establecimiento de un tipo de cambio preferencial para los exportadores, exactamente hace un año cuando el BCB mediante RD 025/2023 autorizó comprar los dólares de los exportadores a un valor mayor al tipo de cambio oficial de compra (Bs 6,95 por dólar estadounidense), pretendiendo recaudar 1.000 millones de dólares. La medida resulto de efecto contrario al esperado, pues alertó sobre el déficit de divisas en el  BCB para sostener el tipo de cambio fijo y de forma inmediata reacciono el mercado paralelo con un valor de venta del dólar entre 7,00 y 7,10  Bs.

Otra de las medidas adoptadas por la Autoridad monetaria, mediante RD 006/2023 fue prohibir las inversiones en moneda extranjera de las empresas públicas en el exterior de forma directa o través de fideicomisos, obligándolas a repatriar sus depósitos en divisas, lo cual solo incrementó la demanda interna de dólares y la presión sobre el  BCB y el sistema financiero para atender el pago de las importaciones y servicios del exterior de las mismas empresas públicas, tal el caso de las importaciones de combustible de  YPFB. Esta situación ha provocado que durante el 2023 el  Banco Central prácticamente hubiera dejado de entregar dólares al sistema financiero, agravando la escasez.

Adicionalmente, en la búsqueda de recortar la salida de divisas, el Directorio del  BCB aprobó la RD 013/2023 que limitó las inversiones en el extranjero de las compañías de seguro hasta el 2% de su portafolio de inversión, lo que obligó a las empresas a demandar divisas en el sistema financiero a fin de resguardar sus fondos de la devaluación. Similares medidas fueron adoptadas por la Autoridad de Supervisión Financiera (ASFI) que mediante Carta Circular 662/2024, instruyó el pago de remesas del exterior en las mismas monedas en las que se reciben en los países de origen, situación que restó aún más la disponibilidad de dólares para los importadores formales, quienes son los que presionan la demanda, elevando el tipo de cambio paralelo o aumentado las comisiones bancarias.

La última de las medidas adoptada por la  ASFI fue la de regular las comisiones, tarifas y otros cargos de las entidades financieras mediante Resolución 099/2024 del 02/02/2024, que en lo relativo a las comisiones por la trasferencia de divisas al exterior establece que cuando el consumidor financiero dispone de la divisa o tienen cuenta en moneda extranjera con saldo, hasta 1.000 dólares americanos la comisión debe ser cero (gratuita) y será del 3% para transferencia de montos mayores. Cuando la entidad financiera vende la divisa al usuario, la comisión por transferencia al exterior hasta 1.000 dólares es gratis y para valores mayores, la debe fijar la misma entidad bancaria. Claramente la medida no resuelve el problema de los importadores que demandan dólares y deben pagar altas comisiones por transferencias al exterior.

Como se vienen planteando desde el sector privado, lo recomendable y práctico sería que: i) liberen las exportaciones para traer más dólares; ii) eliminen el ITF; iii) liberen las transacciones de divisas en un mercado libre; iv) reduzcan las importaciones de combustibles utilizando más etanol; y v) no toquen los dólares de los exportadores; en vez de seguir dando machetazos al agua.

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