Opinión

Seremos más fuertes

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5 de junio de 2020, 3:00 AM
5 de junio de 2020, 3:00 AM

Juan Manuel Arias Castro

En esta cuarentena hemos aprendido grandes lecciones. La humanidad en su totalidad saldrá más fuerte y más poderosa una vez se descubran las vacunas y medicinas para curar esta pandemia, pero queda muy claro, que una nueva “normalidad” se hará presente y el mundo construirá una nueva agenda, con nuevos valores y nuevos escenarios.

Disminuir la huella de carbono derivada de los viajes en avión hoy no parece tan imposible; hemos aprendido a acortar distancias para hablar, para interactuar, compartir, conocer y diseminar ideas, gracias a la tecnología. La generosidad para enseñar y entregar herramientas para podernos comunicar y colaborar se ha dejado ver a todas luces. También hemos aprendido cómo descongestionar las ciudades y de qué manera podemos disminuir el consumo del automóvil reemplazándolo por otros medios más sostenibles como la bicicleta.

Los científicos nos han mostrado de manera contundente, cómo el conocimiento puede ser oportuno y pertinente al servicio de la sociedad. Hemos aprendido a consultar a los científicos para tomar mejores decisiones, respetamos y valoramos sus datos, modelos, estimaciones, como formas de salvar la vida y proteger la sociedad. Este tipo de ganancias podrían perdurar más allá de la crisis y ser nuestro acervo y capital.

Se ha revelado, de mejor manera, las graves inequidades en las que vivimos. La pandemia agudizó este desequilibrio mucho más, pero sin duda tenemos más herramientas para entender en qué dirección y cómo es posible la colaboración para transformar estas injusticias históricas. Se escuchan mensajes contundentes sobre la cohesión social básica, la pensión universal y el tamaño del ingreso mínimo formalizado. Se escucha a viva voz, “Que nadie se quede atrás”, esta invitación que desde ya hace tiempo hace la ONU a través de los Objetivos del Desarrollo Sostenible, con mucho más sentido para nosotros en estos momentos.

El ciudadano se ha hecho escuchar y no solo fueron los medios de comunicación formales los que han acaparado la noticia, en esta pandemia, las redes sociales movilizan contenidos de diferente índole que ponen la información en manos de todos con gran rapidez, muchas aplicaciones, estudios científicos, obras de arte y clases “on line” gratuitas son moneda común en todos los dispositivos electrónicos del campo y las ciudades. Aunque será importante estar atentos a que no se salga de control esta oportunidad única de comunicarnos a través de redes y plataformas tecnológicas, haciendo frente con espíritu crítico a toda posibilidad de manipulación. Se nos impone construir criterio, poner en práctica la racionalidad, que evite que seamos reactivos e irreflexivos, pudiendo aprovechar la increíble oportunidad de saber y conectar con todos.

Finalmente, un tema fundamental, que emerge de forma reveladora, en todo el planeta, defender la democracia. A nivel local, estar atentos a que las medidas de protección al ciudadano no deriven en un abuso de autoridad, que las leyes y los decretos de emergencia y de excepción, sin control político, no se vuelvan una forma de actuar permanente y que los datos de la ciencia no se conviertan en una forma velada de afectar las libertades y los derechos que con tanto esfuerzo ganó la humanidad. Viviremos tiempos difíciles en lo económico, en lo político y esto puede hacer frágil la democracia, por eso tenemos que ser innovadores y creativos para resolver la crisis y no sucumbir a la tentación del autoritarismo, que puede venir desde cualquier parte.

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