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Tiempo de reencuentro

6 de mayo de 2020, 10:00 AM
6 de mayo de 2020, 10:00 AM

Nuestro peor enemigo es el miedo, el temor acecha el corazón de la sociedad, contamina relaciones y crea desconfianza. El contagio se ha diseminado como una mala palabra. El virus busca coronarse en todas partes. Hay que evitar las manos, los abrazos, los besos. Los rutinas sociales y sagradas se volvieron profanas. Se prohibieron los afectos colectivos. No podemos visitar a quien amamos. Los encuentros sociales están al margen de la ley. La muerte ha perdido su solemnidad. Los velorios se volvieron virtuales, como los sentimientos.

El mundo se volvió aséptico. Hay que desinfectar hasta las huellas digitales. Decidimos aislarnos, para no enfermarnos, para no contagiarnos. Distanciarnos para sobrevivir. Los valientes de blanco luchan por todos nosotros, hay otros héroes cotidianos, uniformados, sin uniforme, limpiando nuestras calles, abasteciéndonos de alimentos, imprescindibles todos. Ángeles de un mundo que ha extraviado su alma. Las escuelas extrañan las risas infantiles. Lejos están los amigos y las tertulias. El mundo se ha vuelto inhóspito. Los días perdieron sus nombres y se volvieron el último número de cédula de identidad. Las víctimas son estadísticas sin nombres. Naufragamos en las redes sociales, contaminados por la desinformación. La ciencia busca desesperadamente la vacuna. Esto también va a pasar, nos consolamos. 

La sociedad ya no es la misma, somos otros. Se esterilizaron hasta las relaciones sociales. Sin embargo, nada está perdido si luchamos juntos; la lucha por un mundo mejor continúa. Protejamos la naturaleza, otro de los nombres de Dios. Debemos soñar que seremos mejores, porque soñar es una forma de planificar y en el sueño recordemos a Dios. El aislamiento redescubrió nuestros propios hogares y sus rincones consagrados al cariño.

Tengamos fe, los vamos a superar, es la oración cotidiana. Volveremos a voltear taquillas de teatros. Volveremos a visitar museos. Cantaremos como locos en conciertos. El grito de goooool se escuchará de nuevo. Comeremos salteñas en lugares públicos. Volveremos a abrazarnos como si fuera el fin del mundo, porque los abrazos abren la puerta de los afectos. Y en vez vestirnos con marcas, nos vestiremos de esperanza. 

Es tiempo de aceptar nuestra identidad mundial. Nuestro destino común como habitantes de un planeta. La verdad es que siempre hemos estado en peligro y hemos sobrevivido juntos. Hoy, para salvarnos de la extinción es necesario reencontrarnos. El futuro no será incierto si lo enfrentamos juntos. Somos uno y somos otro. Somos todos. Es el tiempo del amor.

Ese es texto completo que 54 actores, músicos, presentadores de noticias, escritores, deportistas, intelectuales, leyeron, convocados por la actriz Vivi Michelle Colombo, leyeron en una cita virtual en un video que circula en las redes para brindarle a la humanidad un mensaje de esperanza, un mensaje para enfrentar a nuestro peor enemigo en estos tiempos de angustia colectiva por un virus que nos enfrenta a la muerte, sin embargo, sobreviviremos siendo otros y los mismos.

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