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3 de agosto de 2019, 4:00 AM
3 de agosto de 2019, 4:00 AM

Quiero hablar de física cuántica. No es un tratado denso. Simplemente, la física cuántica está presente en nuestra vida más de lo que nos percatamos. Hay una frase que uso en mis conferencias, muy relacionada con el tema en cuestión: “primero tenemos que creer para poder ver”. Y cualquiera diría: “¿no es mucho el cambio desde la frase original de ‘ver para creer’?”.

¿Puedo crear con la mente mi propia realidad? De ser así, ¿es una habilidad que puedo aprender y usar para convertirme en quien quiero ser y crear la vida que quiero vivir? La respuesta a tales interrogantes está en el terreno de la física cuántica. “Cuántico” proviene de “quantum”, unidad elemental de energía, emitida o absorbida por átomos o moléculas.

La física cuántica es una disciplina que intenta explicar y entender lo que no se ve, lo que no se puede medir, que son todas esas partículas que componen nuestra realidad. Si pudiéramos ver un átomo bajo un microscopio, apreciaríamos una especie de vórtice donde giran los quantums y fotones.

De hecho, veríamos un vacío, porque los átomos no poseen materia física, solo energía. De ahí que muchos maestros espirituales, como el Dalai Lama, estén tan interesados en unificar esta ciencia con la espiritualidad: somos energía y, como tal, debemos elevar nuestra propia conciencia si queremos modificar nuestra realidad.

A diferencia de la física tradicional (territorio de lo exacto y de leyes inamovibles), la física cuántica se maneja sobre la base de la incertidumbre.

Desde allí se nos presenta un nuevo paradigma: “Creer para ver”. Así, de manera inconsciente, realizaremos acciones que generarán una realidad alineada con nuestro mundo interior; o sea, con nuestra creencia.

Para cambiar la vida y crecer, es preciso cambiar tus creencias sobre la naturaleza de la existencia. ¿Cómo se logra? Primero, haciéndonos conscientes de que el pensamiento construye la realidad. Luego, hace falta conocer y cuestionar nuestras creencias, así como su validez para nosotros en la actualidad. Por último, es necesario ser disciplinado y observar atentamente nuestros diálogos internos y la carga emocional que le otorgamos. De esta manera, iremos forjando una nueva realidad acorde con lo que anhelamos y merecemos.

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