Opinión

Vuelven las oscuras golondrinas

2 de febrero de 2021, 7:16 AM
2 de febrero de 2021, 7:16 AM

Durante 14 años, el Modelo Económico Social Comunitario fue menospreciado y criticado por los eternos “analistas” económicos. Al mejor estilo de los pajpakus, hicieron predicciones de que llegaría al país la ruina económica, al no cumplirse empezaron a utilizar su frase de que el MAS era muy afortunado porque (supuestamente) los precios de las materias primas alcanzaron precios altos (en 2008 el precio de barril llegó a más de $us120, en 2012 llegó a $us 22), pero los análisis no consideran esos datos, tampoco la nacionalización de los recursos naturales.

Extrañamente, durante la gestión de Áñez estos analistas guardaron un silencio cómplice, no dijeron nada del retroceso de la economía (el PIB se redujo un 11%), vaciaron las Reservas Internacionales Netas dejando prácticamente el oro físico y papeles (bonos, letras y otros no monetarios), disminuyeron la recaudación impositiva, las empresas estatales fueron saboteadas. En Entel altos dirigentes de los pititas se aumentaron los sueldos, con la excusa que los servidores bien pagados dejarían de ser corruptos (nada más falso porque en pocos meses de gestión nos demostraron qué tan corruptos podían ser); BoA redujo a la mitad sus itinerarios, mientras una línea aérea privada (que apoyó al régimen de Áñez) incrementó sus vuelos como nunca y así a otras empresas prácticamente las cerraron sin primar criterio técnico o social.

A tres meses de la nueva gestión vuelven a aparecer estas oscuras golondrinas con el mismo discurso de hace 14 años, sus predicciones económicas vaticinan el desastre. Exhiben datos que según ellos corroboran lo que afirman, tratan de convencer a la ciudadanía de que el déficit fiscal (que se inicia en 2014) es la clara muestra que el modelo no funciona, pero omiten decir que ese déficit no es para cubrir el gasto corriente del Estado (sueldos, aguinaldos o pago de servicios) sino que se generó porque el Gobierno inició proyectos de inversión de gran envergadura, como la construcción de caminos, implementación de las plantas de urea, San Buenaventura y otros; en resumen el déficit se destina para cubrir el gasto de capital.

Afirman que es irracional que el crédito externo aumente teniendo una bonanza económica, pero no mencionan que los proyectos de inversión no pueden ser cubiertos por esos recursos. Si los ingresos de una familia suman $us 1.000, eso solo alcanzan para los gastos necesarios, pero si esos ingresos aumentan a $us 4.000, cubrirán lo básico y aún alcanzarán para comprar una casa propia, por lo que recurrirán a un crédito bancario y la familia tendrá la facilidad de poder honrar dicha deuda, porque precisamente tiene más ingresos, lo mismo pasa en el país.

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