Opinión

Yo le creo a la Iglesia, no al MAS. ¿Usted?

18 de junio de 2021, 5:00 AM
18 de junio de 2021, 5:00 AM

La desesperación del Gobierno y el MAS por cambiar lo que sucedió entre octubre y noviembre de 2019 para reivindicar la figura de su caudillo, ha recibido un mentís definitivo con la presentación, el pasado martes 15, de la Memoria de los hechos del proceso de pacificación en Bolivia octubre 2019 - enero 2020, elaborada por la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB).

En el comunicado de presentación, los obispos afirman que “preocupados ante las diversas informaciones que han circulado en el país referentes a los hechos que tuvieron lugar en Bolivia, desde el 20 de octubre del año 2019 hasta el 20 de enero de 2020, hemos elaborado un informe-memoria puesto que estamos convencidos de la necesidad de que se conozca la verdad, y a partir de ahí se reconstruya la unidad nacional”.

Explican que la memoria “se elabora desde la mirada de la Iglesia católica como facilitadora del proceso de diálogo” y consideran que “el pueblo boliviano merece conocer el proceso a través del cual se hizo todo lo posible para lograr salir de la grave crisis política y social del 2019. Nuestro compromiso es con el pueblo boliviano, con la paz y con la construcción de un mejor país para todos en fraternidad”.

Además, comunican que el documento ha sido entregado “para su conocimiento al Santo Padre, el papa Francisco, a la Secretaría de Estado de la Santa Sede, a la Nunciatura Apostólica en Bolivia, al Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), a las diferentes Conferencias Episcopales de Latinoamérica y el Caribe, y al Ministerio Público”.

La contundencia de la memoria radica en que se ciñe exactamente a lo que sucedió y permite recordar a la gente lo que pasó entre octubre y noviembre de 2019, tiempo en que el caudillo y sus adherentes más cercanos huyeron, no sin antes provocar en el país un vacío de poder y, luego, incitar a sus seguidores a cercar ciudades y crear escenarios de caos y violencia que les permitan retornar al ejercicio del gobierno. Ambición que fue frustrada precisamente porque las gestiones para pacificar el país tuvieron éxito.

La reacción de las autoridades de Gobierno, dirigentes del MAS y sus voceros oficiales y oficiosos ante la publicación de la Memoria, muestra, nuevamente, que poco les interesa la verdad y siguen mintiendo, amenazando y utilizando al Ministerio Público y el Órgano Judicial como agencias de represión política. Pareciera que lo hacen porque, por un lado, están convencidos de que los ciudadanos, mujeres y hombres, somos tontos y, por el otro, es tal su ambición de poder que seguirán utilizando cualquier recurso que les permita prorrogarse en la administración estatal. Aunque sea, como alguna vez me animé a escribir, que el MAS, como las FFAA en los tiempos de la dictadura, conlleva en sí mismo su época “garcíamecista”, que es la que estamos atravesando, y no se dan cuenta de que marchan inexorablemente a su final.

En ese derrotero, los datos confirman que el proyecto de cambio que alguna vez enarboló el MAS ha muerto y asistimos a una agonía que esperamos no dure mucho y, sobre todo, tenga una resolución pacífica como finalmente la tuvo el ciclo militar que terminó en 1982…

Más aún, si, como yo, muy pocos les creen, así se esfuercen por convencernos el presidente aparente, el vicepresidente invisible y los ministros mago y pandillero, de que dicen la verdad.

Como anécdota confirmatoria declaro que con la excepción de don Antonio Peredo, no conozco a ningún dirigente del MAS que diga la verdad, porque son mentirosos compulsivos… En cambio, muchos creemos en lo que dice la Iglesia porque narra la sucesión de hechos con total apego a lo que realmente sucedió.

Juan Cristóbal Soruco Q. es Periodista

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