Integró la comisión médica de la FBF y de la Conmebol. Sostiene que el fútbol debe jugarse donde se nace, pero propone algunas medidas de precaución. Lo sucedido hace cuatro días con Soleto, en El Alto, encendió las alarmas

1 de marzo de 2020, 11:57 AM
1 de marzo de 2020, 11:57 AM

El defensor de Oriente Petrolero Wilfredo Soleto sufrió una descompensación el miércoles, cuando su equipo jugaba en El Alto ante Alway Ready, lo que volvió a encender las alarmas en el ambiente del fútbol.

En mayo del año pasado en dicho lugar falleció el árbitro Víctor Hugo Hurtado, justamente cuando se enfrentaban Always y Oriente. En julio, también de 2019, el arquero del equipo albiverde Romel Quiñónez se descompensó en pleno partido y en febrero de este año Alcides Peña y Jorge Vargas, de Real Santa Cruz, se sintieron mal cuando se enfrentaron al equipo millonario.

El doctor Jorge Flores habló de este tema que es polémico, que genera mucha controversia y, al mismo tiempo, susceptibilidades. Aclara que no está en contra de que se juegue en la altura, pero que se debe tomar algunas precauciones lo antes posible y para ello tiene propuestas.

Flores fue miembro de la comisión médica de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) entre 1992 y 1995, y después presidió la comisión del doping. También integró la comisión médica de la Conmebol. Fue parte el equipo de defensa a jugar en la altura cuando la FIFA analizó esa posibilidad hace más de dos décadas.

¿Qué opinión le merece lo sucedido con Wilfredo Soleto, en El Alto?

En realidad, ya son cuatro jugadores a los que les ha sucedido algo en el estadio de El Alto y un árbitro que falleció el año pasado. Lo que pasó a los jugadores se llama mal de altura. En el caso del fútbol y en un estadio a 4.150 metros sobre el nivel del mar como es el estadio de Villa Ingenio de El Alto, que es donde juega Always Ready. El problema hay que tenerlo muy en cuenta y analizarlo muy bien, porque tiene que formarse comisiones tanto de la FBF como de los médicos de los clubes para tratar el tema. Es una alarma lo sucedido hace unos días con Soleto, porque no es lo mismo jugar a 3.650 metros, que tiene La Paz, que a 4.150 que tiene El Alto, además de eso hay otras agravantes para el jugador.

¿Cuáles?

Llegar el mismo día del partido a un lugar con esa altitud es gravísimo, porque no ha habido ni siquiera horas de síndrome general de adaptación a la altura; en segundo lugar, jugar a las tres de la tarde no es lo mismo que jugar por la noche debido al calor; y tercero, que es una cancha sintética, en la que el calor que hace a esa hora aumenta la sensación para los jugadores que están en la cancha.

¿Tiene estadísticas?

Por su puesto. Los equipos de Santa Cruz en 14 partidos que han jugado en El Alto no han ganado un solo punto, o sea Always Ready ha tenido 14 victorias y los cruceños 14 derrotas, significa que la ventaja biológica de jugar a 4.150 metros contra jugadores adaptados a la altura debe llevar a hacer un análisis y tomar medidas tanto en el campo médico como en el campo de decisiones, en sentido de lo que se debe hacer para disminuir a los equipos del Oriente eso de ir al matadero cuando juegan en El Alto.

¿Apoya o está en contra de que se juegue en la altura?

Quiero aclarar que no estoy en contra de que se juegue en la altura, al contrario, fui parte de la comisión médica que propusimos que se siga jugando en la altura cuando la FIFA quiso vetarla. Entre los médicos que propusieron el veto estaba el suizo alemán Jiri Dvorak, miembro de la comisión de la FIFA con quien tuvimos reuniones y el planteamiento nuestro era que si bien la altura da una ventaja deportiva tendría que ser compensada de alguna manera para los jugadores que van de baja altitud a la alta altitud.

Y en eso también entran las estadísticas…

El futbolista que está adaptado a la altura tienen mayor ventaja de oxigenación, un 20% más de capacidad aeróbica, el 20% más de capacidad anaeróbica, un 20% más de volumen de oxígeno, un 12% más de lactato que es lo que hace cansarse y sentirse fatigado, un 20% más de frecuencia cardiaca con relación al que sube del llano y el 20% más de glóbulos rojos. Todos eso factores dan como resultado el diagrama de Pareto que consiste en que ese 20’% más de ventaja, que es un índice elevado en cuanto al riesgo de practicar deporte en la altura, significa el 80% más de ganar los puntos; y en el caso de Always Ready ya es del 100%, caso que no se debe dar si buscamos el fair play en el fútbol. Yo estoy a favor de que se practique el fútbol donde se nace, pero eso no significa que no tengamos que buscar la protección de la salud y de la vida del jugador y el fair play, esos factores son importantes para que nosotros sigamos jugando en la altura.

El año pasado falleció un árbitro en El alto, en pleno partido, aunque en su caso fue por un paro cardiaco

No solo jugando en la altitud puede dar un paro cardiaco, se puede dar también jugando en el llano, en el frío, en el calor, o en la humedad. Los paros cardiacos no solo dependen de donde se juega, depende, sobre todo, del propio corazón, porque el corazón tiene un sistema eléctrico que se llama eje de His y ese eje puede tener alteraciones congénitas o adquiridas, tanto es así que muchas veces se le ha dicho a futbolistas que dejen de jugar fútbol. Pero en la altura las probabilidades son mucho más. Por eso a los jugadores se les hace exámenes cardiológicos antes de contratarlos, no solo electrocardiogramas, sino pruebas de esfuerzo y una serie de estudios médicos para considerarlo atleta de competencia a cualquier altitud, pero el no estar adaptado a la altitud es otro tema.

Hace algunos años usted tenía algunos planteamientos para jugar en la altura…

Y los sigo promoviendo. Uno de ellos es que los equipos que suben para jugar en la altura deberían tener cinco cambios, pero eso necesita autorización de la FIFA. Otro es que así como se da un minuto en cada etapa de un partido para que los jugadores puedan refrescarse, hidratarse y hasta descansar un poco, que en el caso de los que van a la altura debería promoverse que el tiempo de suspensión en cada etapa sea de tres minutos para recuperación, que incluso el futbolista se pueda acostar, tener oxígeno, porque eso no denigra a nadie y favorece hasta para que equipos del exterior no sean negativos a la hora de jugar en la altura, ya que es un derecho preservar la salud y la vida del jugador. Esa paralización de tres minutos podría darse a los 35 minutos de cada tiempo, porque ahí se está llegando a un cansancio, fatiga muscular y una serie de factores que hacen que el jugador rinda menos.

¿El procedimiento fue el adecuado cuando se atendió a Wilfredo Soleto, el miércoles en El Alto?

El doctor Jeus Salvatierra (médico de Oriente) tomó la buena decisión de estabilizarlo y no salir rápidamente en la ambulancia. Su accionar fue correcto y extraordinario, tal vez la gente opinaba que había que salir disparando en ese momento, pero con un jugador que su oxigenación había bajado al 40% no era aconsejable. La sapiencia del doctor de Oriente sumado a su serenidad hizo que el jugador no empeore, si se lo llevaba en esas condiciones a la ambulancia otro hubiese sido el resultado.

¿Qué cosas debe haber en el estadio donde se está jugando un partido de fútbol en una ciudad de altura?

Los equipos tienen que tener oxímetros de pulso, que cuestan aproximadamente 25 dólares, y es fácil de usarlo. Se pone en el dedo del jugador y en menos de un segundo mide automáticamente cuánto está el oxígeno y cuando esta la frecuencia cardiaca de la persona. Eso debería tener todos los equipos y deben seguramente tenerlo. La ambulancia debe contar con electrocardiograma portátil, oxígeno, equipo de laringoscopia, además en el banquillo debe haber tubo de oxígeno para que esté a mano, aunque no les guste por el ejemplo que puede dar, pero primero está la vida del atleta con relación a lo que se podrá pensar, ya que la idea no es bloquear la altura, pero hay que tomar previsiones.