Se encontraban desaparecidos desde el pasado 18 de mayo, sus familiares sentaron la denuncia en la Policía. Las víctimas tienen 30 y 33 años, uno de ellos vivía en Cochabamba

4 de octubre de 2023, 12:59 PM
4 de octubre de 2023, 12:59 PM

Los dos cadáveres que fueron hallados enterrados cerca de una zona minera en la comunidad de Japo, en el municipio de Huanuni, del departamento de Oruro, fueron identificados. Se trata de dos amigos, Gary Fernando Baptista Oporto, de 30 años, y Emidgio Hinojosa Uribe, de 33 años, ambos estaban reportados como desaparecidos desde el 18 de mayo de este año.

Los familiares denunciaron su desaparición en la Policía; sin embargo, la búsqueda no tuvo resultados hasta que después de más de cuatro meses fueron encontrados sepultados, con signos de violencia, maniatados y envueltos sus rostros con cinta adhesiva y bolsa plástica.

Tanto Gary Fernando como Emidgio fueron reportados como desaparecidos en la Policía el 18 de mayo. La familia de Gary señaló que la última vez que lo vieron con vida fue a las 10:30 del 18 de mayo, luego de que saliera de su domicilio ubicado en la zona este de la ciudad de Oruro. Indicaron que había tomado dirección a la terminal de buses a bordo de su vehículo Nissan Versa, con placa de control 3049- DDA color plateado, perdiendo contacto desde ese entonces con él.

En el caso de Emidgio, su familia reportó que a las 6:30 del 18 de mayo, salió de su domicilio, ubicado en la zona sur de la ciudad de Cochabamba. Les anunció que viajaría a la ciudad de Oruro, por lo que se trasladó a la terminal de buses a las 7:30 y nadie supo más de su paradero.

Según las investigaciones preliminares, ambos sujetos eran amigos, debían reencontrarse en Oruro, pero por motivos que aún se desconocen ambos fueron asesinados y enterrados en una fosa. Cuando hallaron sus restos, la Policía evidenció que se encontraban maniatados, sus rostros envueltos con cinta adhesiva y bolsa plástica, además tenían fracturas en el cráneo.

Inicialmente, la fiscalía señaló que se manejaban dos hipótesis sobre el macabro hallazgo: que fueron asesinados por un ajuste de cuentas o que ambos fueron sacrificados como ofrenda al 'tío' de la mina. 

Ambos victimados registraban antecedentes por narcotráfico, por lo que presumen que el hecho se acerca a la figura de un ajuste de cuentas.




La alerta de los comunarios de Japo, donde señalaban que hallaron a un hombre semienterrado, acabó descubriendo al segundo cadáver, el mismo que se encontraba más profundo en la fosa, por lo que las autoridades tuvieron que utilizar maquinaria pesada para extraer los cuerpos.