(LEA EL MENSAJE) La familia de la expresidenta teme que pueda sufrir un ataque cardiaco en cualquier momento. El miércoles fue sacada por menos de dos horas para que le realicen una consulta externa

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13 de agosto de 2021, 8:40 AM
13 de agosto de 2021, 8:40 AM

Jeanine Áñez agotó sus límites. La expresidenta, mediante un pronunciamiento en sus cuentas en redes sociales, expresó la dramática situación que vive a cinco meses de estar detenida preventivamente en la cárcel de Miraflores de La Paz.

La mujer, que el miércoles fue sacada del penal por menos de dos horas para que se le realice una consulta externa en el Hospital del Tórax, refleja su impotencia al ver el sufrimiento de sus hijos.

“Como ser humano he agotado mis límites del esfuerzo, que el sufrimiento no solo es físico y psicológico, que va más allá de todo lo experimentado en mi vida, pues veo ya con cansancio y desesperación las lágrimas impotentes de mis hijos”, detalla el mensaje.

Áñez padece, según el Gobierno, hipertensión y un síndrome ansioso depresivo, y recibe medicación. Tras ser evaluada por un cardiólogo, se espera los resultados de exámenes complementarios que le realizaron al interior de la cárcel.

El mensaje:

Sin embargo, su familia advierte que su vida está en riesgo. “No sabemos si ella tiene una complicación en el corazón, no sabemos si el día de mañana le dará un infarto, le pueda dar una embolia. Ella ha sufrido tantas crisis graves”, dijo ayer a Los Tiempos su hija, Carolina Ribera.

De acuerdo a autoridades del Ministerio de Salud y Régimen Penitenciario, la exmandataria está estable y no requiere internación para cumplir su tratamiento. Aseguran que en el centro de privación de libertad tiene toda la atención que requiere.

Áñez permanece tras las rejas desde el 15 de marzo y afronta varios procesos, como el supuesto “golpe de Estado”, caso gases lacrimógenos y otros. A inicios de este mes se amplió su detención preventiva por un semestre más, hasta febrero de 2022.

En abril ya se informó sobre sus problemas de salud y en junio llegó a descompensarse, en medio de un prolongado interrogatorio; en ese entonces presentó un alza de su presión arterial, alteración del ritmo cardíaco y espasmos musculares.