Analistas y parlamentarios de oposición ven que en la actualidad, activistas y plataformas están a media fuerza. Hoy se recuerdan ocho años del triunfo del No en el referendo para aprobar o rechazar la reelección de Evo Morales.

21 de febrero de 2024, 4:00 AM
21 de febrero de 2024, 4:00 AM

A media fuerza. Así llegan activistas, plataformas y el movimiento ciudadano en general, al octavo aniversario del 21F, evento en el que se conmemora la derrota de Evo Morales y el Movimiento Al Socialismo (MAS) en el referéndum del 21 de febrero de 2016, en el cual el expresidente y líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) buscaba su reelección indefinida.

Analistas políticos y parlamentarios de oposición, que participaron como activistas en diferentes movilizaciones en el pasado, ven ahora que el movimiento ciudadano se encuentra a media fuerza debido a diversas situaciones que se han registrado en el país en los últimos años.

La diputada Laura Rojas, de la alianza Creemos, señaló que en el último tiempo ha visto algunos movimientos ciudadanos “totalmente partidarios”, muy diferente a las premisas de antes “cuando se luchaba” por una causa común.

“Ahora lo que veo son falsos activistas, (pero solo) en algunos casos porque no son todos. En el tema político, por ejemplo, están totalmente apegados a defender a un caudillo o un partido. Los activistas lo que defendemos son causas; por lo tanto, esa esencia del activismo no se debe perder ni tampoco vender, porque son luchas que el ciudadano logra embanderar para que una causa sea visible y tenga resultados en el futuro”, dijo la parlamentaria de oposición y lamentó que en la actualidad no existan muchos activistas apartidarios.

Con referencia a un nuevo aniversario del 21F, Rojas dijo que cuando un pueblo lucha unido por una causa como lo fue el 21F, que nació en 2015 con la plataforma “Me Comprometo Bolivia”, se van a lograr resultados favorables, “pero cuando a esa causa se la quiere personalizar y se busca ponerle caudillo, esa causa se desvirtúa”, dijo la diputada.

A su vez, Alberto Astorga, diputado por la alianza Comunidad Ciudadana (CC), dijo que todo lo que engloba al movimiento ciudadano, activistas y plataformas, sigue vigente, pero no tiene la fuerza de antes, sobre todo cuando fue la defensa del 21F.

“Pero siempre están ahí, en su rol de guardianes de la democracia, por eso pienso que pueden volver a fortalecerse si es que hay alguien que busque ir en contra de la democracia. Por ejemplo, el presidente del Estado, Luis Arce Catacora, tiene más de 200 presos políticos y los movimientos ciudadanos están a la expectativa de lo que vaya a realizar el presidente para poder volver a salir a las calles y defender la democracia, entonces, tampoco están en el olvido y menos ausentes”, indicó.

El legislador lamentó que, si bien se logró una victoria en las urnas, Evo Morales desconoció el resultado, lo que a la larga provocó el “fraude electoral” de 2019. “De todas formas, siempre hay que recordar el 21 de febrero como un día histórico para el pueblo boliviano y para que cualquier gobernante a futuro recuerde que nadie se debe eternizar en el poder”, complementó.

Por su parte, Luisa Nayar, diputada por CC, dijo que en la actualidad el movimiento ciudadano “está a medias” debido a que han sido muchos años en los que la ciudadanía estuvo movilizada y, ahora, la crisis económica también se refleja en esta situación, porque la gente está priorizando sus ingresos económicos y sus fuentes laborales.

“Lamentablemente el movimiento ciudadano esta algo disminuido en relación al 21F, además de los 21 y 36 días de paro. Sin embargo, yo creo que la gente va a volver a reactivarse cuando vuelvan los abusos por parte del Gobierno nacional, porque el boliviano es así: luchador, aguerrido y defiende lo que por derecho le corresponde”, dijo la opositora.

Con relación al 21F, Nayar señaló que la misma fue una victoria “en contra de régimen abusivo de Evo Morales”, por lo tanto, dijo que hoy se tiene que hacer notar que son ocho años “de la impunidad” por haber ignorado estos resultados que rechazaron su relección indefinida. “Debido a esta situación, Evo Morales debería estar tras las rejas al haber provocado un daño económico”, consideró.  

Dentro de la misma línea, el politólogo José Orlando Peralta opinó que los movimientos ciudadanos bajaron su intensidad, por diferentes motivos, y por lo tanto no tienen una vida política activa.

“Esto no implica que el MAS tenga vía libre para volver a ganar, ya sea por la línea arcista o evista, por eso creo que estos movimientos ciudadanos deberían reactivarse con una proyección política partidaria y que propongan algo diferente porque el proyecto político y modelo económico del MAS se está agotando”, detalló Peralta.

Finalmente, el abogado y analista Daniel Valverde agregó que el movimiento ciudadano “se ha fragmentado” porque algunos de sus actores y miembros de plataformas ciudadanas han sido absorbidos por estructuras políticas o no han tenido la lucidez de plantear un horizonte o propuesta política. “Se movieron más por un repudio que por plantear un nuevo relato o visión unificadora que hubiera tenido mucha potencia”.

En enero de este año, el viceministro de Coordinación y Gestión Gubernamental, Gustavo Torrico, afirmó que si Evo Morales respetaba los resultados del referéndum del 21F no hubiera habido toda la crisis de finales del 2019, que lo obligó a renunciar y buscar asilo en el exterior.

“Evo Morales no es el responsable de las muertes de 2019. Hubo una unión en la interpretación mediática de lo que ha dicho nuestro ministro Iván Lima. Lo que se dijo es que si se respetaba el 21F no tenías toda la crisis”, aseveró Torrico, quien además agregó que esto será una carga que el MAS tendrá que cargar, ya que la repostulación de Morales significó un “irrespeto a la decisión popular”.

El 3 de febrero de 2016, el periodista Carlos Valverde denunció que la empresa china CAMC se benefició con contratos millonarios producto del tráfico de influencias de Gabriela Zapata, que en aquel entonces era una alta ejecutiva de esta compañía. Según la denuncia, se reveló que la mujer tuvo un hijo con el expresidente Evo Morales.

A raíz de este conflicto, la Contraloría General del Estado inició investigaciones sobre los contratos suscritos entre el Estado boliviano y la empresa china CAMC, para conocer si hubo irregularidades. Este escándalo puso a Morales y a su gobierno en el blanco de las críticas y las sospechas generalizadas por la falta de transparencia. Luego, ante su derrota en el referendo, el líder cocalero se referiría a este caso como “la mentira” que influyó en los resultados.

Gabriela Zapata volvió a aparecer públicamente hace algunos meses, debido a un proceso donde se la acusa por trata de personas. Este caso se suspendió una vez más. Ella y otras personas están acusadas en este proceso por supuestamente suplantar a un niño para hacerlo pasar como si fuera hijo de Morales.