Asambleístas del MAS informaron que el estado de salud de la asambleístas golpeada. Muriel Cruz está delicada, los médicos realizan estudios y aún es alimentada por suero. Hoy, lunes, 13 personas irán a una audiencia de medidas cautelares

12 de junio de 2023, 7:43 AM
12 de junio de 2023, 7:43 AM


Dos mujeres fueron beneficiadas con libertad pura y simple este domingo luego de que se confirmó que no participaron en la brutal agresión, el viernes, en contra de la asambleísta departamental del MAS, Muriel Cruz.

 Una de ellas no pudo enterrar a su madre. Ambas denunciaron por separado que los policías golpearon y torturaron a los aprehendidos y coincidieron en que incluso uno de ellos vomitaba sangre.

Patricia Jiménez Rivero junto a otras 13 personas fueron aprehendidas la mañana del viernes, 9 de junio, en las afueras de la Gobernación, luego que un grupo de mujeres sometiera a una brutal golpiza a la asambleísta del MAS Muriel Cruz; sin embargo, tras la denuncia de la agresión, la Policía, al mando del comandante departamental de Santa Cruz, Erick Holguín, cargaba con extrema violencia y uso de gases lacrimógenos a quienes se cruzaban a su paso como si fueran autores y partícipes del violento incidente.

Patricia pasó tres días y dos noches en celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), pese a que insistía en su inocencia y en no haber participado de los disturbios y agresión de ninguna persona. Al aclararse su situación, este domingo cerca de las 14:00 salió con libertad irrestricta y se reencontró en las afueras del Palacio de Justicia con su familia.

La mujer explicó que el viernes fue a la Gobernación en busca del certificado de defunción de su madre, pero se encontró con numerosos policías que aprehendían a quienes estaban cerca del edificio.

“Yo fui en busca del certificado de defunción de mi madre, ahí llegó el coronel y dijo: ‘Lleven a todos’ y me agarraron. Nos subieron como maleantes. Yo les dije que no me iba a resistir y nos metieron a la Gobernación, dijo que nos iban a soltar. Nos pidieron nuestros nombres y nos llevaron a la Felcc”, cuenta Jiménez.

Señala que una vez en celdas de la Felcc, no resolvieron su situación e incluso vio que a varias personas las sometieron a una brutal golpiza y uno de los aprehendidos estuvo vomitando sangre durante su aprehensión. “Se hizo justicia, ahora voy a visitar a mi madre al cementerio porque no pude despedirme de ella”, manifestó con la voz quebrada tras salir del Palacio de Justicia.

La mujer se reencontró con sus sobrinos, a quienes les dijo que los extrañó mucho, pero aprovechó para denunciar públicamente las irregularidades de su aprehensión. “A las chicas las maltrataron, les metieron palo, gas lacrimógeno, incluso hay un chico que está vomitando sangre hasta ahora, no puede ni comer porque vomita. Lo han maltratado mucho”, cuenta.

La segunda persona que obtuvo este domingo su libertad irrestricta fue Vivian Arduz, quien relata que se acercó a la zona en conflicto para pedir a los asambleístas, diputados y policías que cese la violencia, luego de ver que a un joven lo sometían a patadas y le echaban gases lacrimógenos, incluso lo subían a la camioneta patrullera donde continuaba la golpiza.

“Yo estaba a una cuadra y media del lugar donde la agredieron a la asambleísta (Muriel Cruz), llegué una hora después de eso. No estaba en la vigilia ni en el momento de la agresión, pero como vi las imágenes de lo que estaba pasando, me acerqué para pedir a la Policía que no hiciera eso, pero me aprehendieron”, reclamó la mujer. “No estoy de acuerdo con el abuso y la violencia, pero pasan estas cosas cuando le sucede a una asambleísta ‘masista’. de esa misma forma deberían actuar (los policías) con el resto de la población”, dijo.

Cuenta que “las mujeres (policías) nos pegaban a las mujeres, nos agarraron del cuello, nos daban puñetes, patadas, incluso algunas estaban con arañones. A uno de los jóvenes le causaron una fisura en la costilla y todo el tiempo vomitaba sangre. A todos nos han pateado y maltratado”, denunció.

Cuando se encontraban en celdas policiales de la Felcc, exigieron la presencia de un médico para que valore al joven que sangraba por la boca. “Yo vi cuando a ese joven lo subieron a la camioneta y los policías, entre todos, le pegaban. Esa fue mi indignación, por el maltrato y el abuso policial. Esto es un abuso total del poder, del MAS, pero vuelvo a recalcar, no estoy de acuerdo con la violencia”, insistió.

Mientras tanto, la asambleísta Muriel Cruz fue visitada por algunos miembros de su partido para conocer su estado de salud. Según informó, Dilfe Renteria, presidente de la bancada departamental del MAS en la Asamblea Legislativa Departamental.

“Ella aún se encuentra delicada de salud y es alimentada por suero. Cuando fuimos nos reconoció, habló un poquito, entre tres a cinco minutos, y se después se durmió”, indicó Renteria y agregó que la afectada aún presenta moretones en los ojos, además que su nariz tiene rasguños.

Señaló que se realizan estudios para saber si la afectada presenta daños en los órganos internos. Recordó que tiene impedimento de 36 días.
La audiencia cautelar que debía realizarse ayer por las agresiones a la asambleísta Cruz fue suspendida para hoy a las 11:00 en instalaciones de la Felcc. 

Martín Camacho, uno de los abogados de los 14 imputados por estos hechos, señaló que la jueza también tenía la audiencia de uno de los ejecutivos del exbanco Fassil.

Camacho recordó que la jueza también liberó este domingo a dos personas que no estaban imputadas, pero permanecían en celdas policiales desde el viernes.“Al momento de ser aprehendidos muchos han sido golpeados y lastimados. Por lo tanto, se va a plantear una serie de incidentes relacionados con la aprehensión y la imputación porque no se ha individualizado el grado de participación de cada uno de ellos”, agregó el abogado.

Sara Araúz es tía de uno de los aprehendidos sindicados de la golpiza de la asambleísta Muriel Cruz. Sin embargo, asegura que su sobrino no tiene nada que ver con las agresiones ni los disturbios registrados el viernes pasado, ya que él se encontraba vendiendo cerca de la Gobernación.
“El viernes lo corretearon, así como a muchas personas, lo gasificaron hasta que perdió el sentido y cayó. Ahí lo alzaron y lo golpearon. En vez de arrestarlo y subirlo a la camioneta, le seguían pegando. Mi sobrino vende sandwiches, empanadas y chicha, ese día fue a vender”, aseguró.