Alertan disminución del sábalo y proponen veda pesquera en el Pilcomayo
El responsable del Sistema de Alerta Pilcomayo, Luis María de la Cruz, cree que se debe declarar una veda por al menos dos años para la recuperación y el repoblamiento del sábalo.
La reducción de la población del sábalo (Prochilodus lineatus) en el río Pilcomayo genera alerta y surge la propuesta de que se pueda declarar una veda pesquera de al menos dos años.
"No se identificaron cardúmenes significativos de sábalo y solo existen pequeños grupos locales de esa especie piscícola que se están pescando. La disminución de la pesca en toda la cuenca del Pilcomayo es crítica", advirtió el responsable del Sistema de Alerta Pilcomayo, Luis María de la Cruz.
A su criterio, se debe declarar una veda por al menos dos años para la recuperación y el repoblamiento del sábalo.
En las últimas semanas, se reportó la desaparición de esa especie piscícola para su captura y posterior comercialización en los mercados locales después de la autorización pesquera por parte de la Gobernación de Tarija desde el 16 de mayo pasado.
De la Cruz atribuye a la sequía y la sobrepesca en el afluente, sin respetar la disminución del sábalo, como las causas de la disminución.
El director del Centro de Estudios Regionales de Tarija (CERDET), Guido Cortez, expresó su desacuerdo con la veda prolongada por dos o tres años debido a que tendrá su impacto en la seguridad alimentaria de centenares de familias indígenas, especialmente Weenhayek y Guaraní.
"A menos que se les pueda apoyar con alimentos y proyectos productivos para que puedan diversificar sus ingresos económicos y reducir su dependencia de la pesca", mencionó.
Desde la Gobernación tarijeña se informó que evalúan la actual situación de la pesca comercial del sábalo en las aguas del Pilcomayo.
"Estamos analizando diferentes formas para aplicar medidas", indicó un funcionario, al evitar proporcionar más detalles al respecto.
En la década de los 80 se pescaba entre 2.000 y 1.500 toneladas de sábalos al año, en comparación a las 500 toneladas en la actualidad, que podría seguir disminuyendo si no se suspende la pesca comercial.
