Fueron ministros, viceministros, legisladores y dirigentes que enarbolaron las banderas del evismo; ahora son diplomáticos de Arce. Firmaron su apoyo al actual mandatario. El líder cocalero cuestionó la labor de funcionarios “conversos”.

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1 de diciembre de 2024, 4:00 AM
1 de diciembre de 2024, 4:00 AM

En un tablero de ajedrez, el alfil tiene la posibilidad de jugar de manera transversal para defender la posición de sus reyes. Sus movidas son estratégicas. Evo Morales, durante su largo gobierno, tuvo a varios de ellos en diversos tableros —el social, político y empresarial— y luego muchos de ellos terminaron en el servicio exterior, allí donde los salarios superan con creces, incluso a la remuneración del Presidente.

En 2020, cuando comenzó el gobierno de Arce, muchos de estos alfiles, como los exministros Héctor Arce y Sacha Llorenti, obtuvieron cargos en el servicio exterior. En el caso de Llorenti, él estuvo varios años en Naciones Unidas, donde las prestaciones salariales superan los $us 10.000 por el costo de vida en Estados Unidos, según la normativa actualmente vigente.

Según el Decreto 3938, un cónsul destinado en Latinoamérica gana $us 2.211, mientras que el salario del embajador puede triplicar ese monto. El costo de estas prestaciones se calcula sobre la base del costo de vida del país al que son destinados. Por ejemplo, un embajador boliviano en Tokio (el más caro de la tabla) puede llegar a ganar $us 20.000, mientras que uno que esté en Europa recibe de entre $us 7.000 a $us 12.000, una asignación apetecida por varios políticos que llegan a ser afiles.

La lista de los que optaron por quedarse al lado de Arce y no de Evo, el fundador de su partido, es larga. En la región están de embajadores algunos que fueron cercanos a Evo. Ramiro Tapia, embajador en Argentina, fue ministro de Salud. En Venezuela está de embajador Sebastián Michel, quien fue viceministro de Comunicación. En Ecuador figura Segundina Flores, aquella exdiputada del MAS y dirigente de las Bartolinas que apoyó a Morales en plena crisis de 2019.

“(Evo Morales) era un líder nato, indígena, un presidente democráticamente electo ratificado varias veces, pero a veces mucha gente endiosaba, esto es un error de los que acompañaban. Decían: ‘si no va a haber el hermano Evo Morales no va a salir el sol’, eso es un error de los que acompañan”, dijo la embajadora antes de partir a su destino.

En Perú está como encargada de negocios Eva Chuquimia, quien trabajó en el servicio exterior cuando Morales era presidente, incluso llegando a ser cónsul general en Milán, Italia. En España, la embajadora Nardi Suxo, quien fue ministra de Transparencia Institucional y una de las personas más allegadas al líder cocalero se mantiene en el cargo, según esa lista a la que accedió el diario EL DEBER.

En Bolivia, la carrera diplomática, que antes de 2008 era regulada por un escalafón y la vigencia de la Academia Rafael Bustillos, los criterios de selección del personal diplomático son estrictamente político, mencionó a este rotativo un viejo funcionario de la Cancillería.

Aun así quedan algunos diplomáticos profesionales como Roberto Calzadilla, quien está en La Haya. El funcionario llegó a vestir las chaquetas de Evo para mostrar su respaldo a Morales. Ahora está con el presidente Arce.

En Rusia, María Luis Ramos, quien también era parte del servicio exterior desde la era Evo. En China, figura Hugo Siles, quien fue viceministro de Autonomías y parte del equipo político de Morales.

En representaciones ante organismos internacionales están dos embajadores que trabajaron de manera muy estrecha con Morales: Héctor Arce Zaconeta, que es representante ante la Organización de Estados Americanos (OEA), además, está Diego Pary, quien es representante de Bolivia ante la ONU.

“Lamento mucho, Héctor Arce Zaconeta nos hizo meter la pata, yo no conozco muy bien, soy sincero, nos ha explicado y nos ha convencido de que con eso íbamos a mejorar, pero es peor la justicia boliviana con estas salas constitucionales”, cuestionó hace un tiempo Evo Morales a Arce Zaconeta por ser el ideólogo de las salas constitucionales.

Los integrantes del servicio exterior de Arce reafirmaron “absoluto compromiso” con la democracia y su “lealtad inquebrantable” con el presidente Arce. Los documentos no firmaron ni Arce Zaconeta ni Pary, y tampoco Sonia Brito, quien estaba como embajadora de Bolivia en Italia y que la pasada semana tuvo reuniones de despedida en ese país. Tampoco firmó Romina Pérez, quien todavía es embajadora de Bolivia en Irán y que antes fue diputada leal a Evo Morales.

Esa nota de respaldo está firmada por 53 representantes diplomáticos en diferentes países. En el texto se lee que estuvieron presentes en la crisis de 2019 y que seguirán “defendiendo los valores y principios democráticos, los derechos y las garantías constitucionales de todas y todos los bolivianos y, sobre todo el de las niñas, niños y adolescentes que tienen derecho a vivir seguros y libres de todo tipo de violencia”.

Días antes, Morales llamó a renunciar a los funcionarios jerárquicos del Gobierno, incluido el personal diplomático, en señal de que están “en favor del pueblo”.

El Gobierno, en una reunión con el cuerpo diplomático acreditado en Bolivia a finales de septiembre, denunció que el bloqueo que auspició Evo Morales, ponía en riesgo la democracia con el único fin de forzar su nueva candidatura presidencial. La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, se reunió con los embajadores y representantes de organismos internacionales y les puso al tanto de la nueva realidad.

En cargos menos jerárquicos figuran otros perfiles que acompañaron a Evo Morales en sus gestiones como presidente. Está Felipa Huanca, dirigente de las bartolinas y candidata a gobernadora de La Paz cuando Morales era presidente. Ella figura como cónsul de Bolivia en Orán, Argentina. En Suiza está como cónsul en Ginebra Efraín Chambi, quien fue senador del MAS. Como encargado de negocios de la embajada de Bolivia en Estados Unidos está Henry Baldelomar, quien fue viceministro de Seguridad Ciudadana en 2012 y era un perfil cercano al equipo político de Carlos Romero, exministro de Gobierno. Hay otros perfiles que tuvieron cargos menores en las gestiones de Evo Morales, como Ninoska Durán, que trabajó en el Ministerio de Justicia cuando Héctor Arce Zaconeta era ministro y ahora es cónsul de Bolivia en Miami. También el embajador de Bolivia en México, José Crespo, era funcionario de la Cancillería.

Liliana Silva Guzmán, hermana de la exdiputada del MAS Valeria Silva, también tenía cargo público en la era de Morales. Ahora es cónsul general de Bolivia en Los Ángeles, Estados Unidos. De igual manera, la representante de Bolivia ante organismos internacionales en Ginebra, Suiza, Maira Macdonal, ocupó cargos en la Vicepresidencia.

En febrero de 2021, el excanciller Rogelio Mayta designó al exministro Roberto Aguilar como embajador de Bolivia ante la Unesco. La exautoridad renunció denunciando irregularidades y luego firmó actas de apoyo político a Evo Morales, pero ya en el contexto de las pugnas internas al interior del MAS.