"Tuve el Goberno, nunca el poder". La expresidente lamentó el comportamiento de Óscar Ortiz y de Eliane Capobianco. Reitera su inocencia y le dice al tribunal que aunque la condenen ella confía en la justicia divina

10 de junio de 2022, 12:20 PM
10 de junio de 2022, 12:20 PM

La expresidente Jeanine Áñez declaró este viernes en el juicio del caso Golpe II, revelando que, durante la crisis de 2019, el excomandante de las Fuerzas Armadas (FFAA) le colgó el teléfono y le dijo que escucharía sus órdenes cuando sea presidente. Dijo que ella no tenía poder ni en su partido, que la había excluido de ser candidata en las elecciones de 2019, por lo que no  tendría poder para liderar un golpe de Estado, tal como se la acusa actualmente. 

En su intervención en el juicio, la exmandataria reclamó a sus excompañeros Óscar Ortiz y Eliane Capobianco, que tuvo la presidencia, pero nunca el poder; además, dijo que daba por hecho que la condenarán, pero que deja todo en manos de la justicia divina.

Áñez también reclamó que no se haya respetado su investidura y que no se la haya procesado a través de un juicio de responsabilidades. Dijo que la acusan por delitos que no ha cometido y adelantó que la justicia la condenará solo “por darle gusto al Gobierno”.

“Este tribunal me ha tratado de la peor forma, como no han tratado a delincuentes, criminales, contrabandistas, pedófilos. Pero sí trataron a una mujer, madre, expresidente, que  es inocente. Bolivia entera sabe que esos delitos de los que me acusan no los cometí. Bolivia sabe que fui una consecuencia de todo lo que pasó en 2019”, expresó la exmandataria.

También se refirió a Evo Morales: “El que cometió fraude, irrespetó un referéndum y huyó cobardemente del país está libre y feliz haciendo política”.

Reseñó que en 2019, como en cada gestión legislativa, se conformaron directivas en ambas cámaras, respetando las mayorías y minorías, y porque así lo decidió Unidad Demócrata, su partido. “Obtuve la segunda vicepresidencia de senadores. Esto fue por un año. (...) Yo quisiera que mis acusadores me demuestren en qué parte del reglamento de debates de la Cámara hay un procedimiento que indique que cuando un miembro de la directiva renuncia a su cargo se debe volver a elegir. Ese procedimiento no existe. Cuando se conforma la directiva, ya no hay colores políticos. La presidenta está elegida por un año, y cada uno de los miembros está elegido para reemplazar al que está por delante. Esa figura no existe”, dijo.

 
Explicó que en otras oportunidades, “yo asumí directamente porque para eso está la directiva. A
driana Salvatierra renunció a la presidencia, pero no a su curul, eso sí tiene un procedimiento, (ella) siguió asistiendo, siguió recibiendo salario. Hay un procedimiento establecido, cuando renuncian a su curul. El primer vicepresidente, Rubén Medinaceli, también dimitió", dijo.

Y continuó: “La segunda vicepresidencia la asumí de manera democrática. Los reemplacé las veces que fue necesario cuando no estaban la presidente ni el vicepresidente. Cumplí con una obligación, con un deber. Los que incumplieron son la Fiscalía y ustedes, como tribunal que no tienen competencia para juzgarme”.

Recordó que, en 2019, hubo una cadena de renuncias, “lo que no contaron fue que la segunda vicepresidencia estaba ocupada por una miembro de la oposición, que no siguió la cadena, la orden que aquel (se refiere a Evo Morales) que cobardemente huyó a México para pedir asilo. Ellos (Morales y el exvicepresidente Álvaro García Linera) se fugaron del país, se fueron en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana y dejaron a su militancia, la abandonaron. Nadie pide asilo político por 10 días, lo hace aquella persona que no va a volver como este cobarde”.

Aseguró que dejaron un país en llamas, donde se gritaba en las calles: “guerra civil. Eso es lo que no me perdonan. Gobernar en tiempos de tranquilidad es muy fácil, uno asume este compromiso en todo tiempo. Fueron cobardes, como los que se escondieron en las embajadas y las y los que no quisieron asumir el reto de tomar la presidencia cuando les correspondía”.

También recordó que en ese tiempo había un vacío de poder en Bolivia. “Pude decir que no iba a asumir porque mi vida y de toda mi familia corrían peligro. En Trinidad (Beni) amenazaban con quemar mi casa. Todos asumían que yo podía querer ese cargo. No moví un sólo dedo, y en este juicio escuché barrabasadas de mis acusadores, que señalaron que habían coordinaciones, gestiones que yo emprendí para asumir la presidencia. Nada más falso”.

Confesó que en ese tiempo no tenía ni voz ni voto ni en su partido, que de hecho ni siquiera la había tomado en cuenta como candidata en las elecciones fraudulenta de octubre de 2019. “¿Una mujer que se retiraba de la política va a venir a mandar a militares, a ordenar?, eso es una canallada, es una historia tan sórdida el que yo instruía a militares que no conocía, ni los conozco ahora. Una vez llamé a Kaliman para pedirle que ayude a pacificar el país y me contestó de manera grosera, me colgó el teléfono no sin antes decirme que le dé órdenes cuando sea presidente”.

“Me llama la atención que yo hubiera hecho semejante hazaña, cuando no tenía voz ni voto ni en el partido… Lo peor es que con semejante barbaridad, que supuestamente yo hice para llegar a la presidencia, nadie hizo nada. Mi poder era tan grande, que hice esa barbaridad y nadie hizo nada. Tuve un poder mágico. En Senadores hay mecanismos para castigar a parlamentarios que contravengan los reglamentos. Pudieron procesarme, tuvieron un año, pero nunca lo hicieron”, acotó.

En su gobierno, recalcó, “llamamos a elecciones en trabajo conjunto con los poderes Legislativo y Electoral. Las consecuencias fueron que tenemos un presidente, que es del MAS, gracias a nuestro gobierno”.

Más adelante, Áñez hizo otra confesión. “Efectivamente, tuve el gobierno, pero nunca tuve el poder. Era un gobierno de transición. En un año pudieron denunciarme, trabajamos en coordinación, ganamos un año más, y asambleístas y autoridades subnacionales trabajaron un año más. Pero recibí críticas, es muy fácil criticar a un gobierno que no tenía poder, porque me hicieron la guerra en la Asamblea y así enfrentamos una pandemia. Lo hicimos y es por eso que tenemos un gobierno democráticamente constituido, y es un gobierno del MAS”.

También dijo que lo que está haciendo el poder político del oficialismo es vengarse. “La ambición de poder llevó a (Evo) Morales a no respetar la CPE, esto no empezó el 2019. En cambio yo no tenía ninguna ambición de llegar al poder. El único ambicioso es él. A él no le importó el resultado del referéndum. Quien leyó la CPE sabe que el tercer mandato era inconstitucional, pero él lo irrespetó el 2016. Las consecuencias de tanto irrespeto y abuso hizo que la gente se harte y salga a las calles”. 

Recordó que la protesta de los 21 días acabó con la renuncia de Morales y su salida del país. “Yo no tuve ambición de poder. En todas las grabaciones que los fiscales presentaron como pruebas escuchen cuántas veces repetí que aceptaría el reto de la presidencia si tengo el acompañamiento de la población, de los líderes cívicos, pero si tienen otra alternativa, adelante. Jamás me impuse. Tuve que enfrentar este juicio estresante donde se me ha negado todo. Soporté las exquisiteces que ustedes tuvieron para valorar pruebas que me excluyeron y eran importantes. Aquí estoy frente a ustedes, que buscan el camino expedito para condenarme”.

Enumeró las pruebas que no tomaron en cuenta. “Excluyeron el comunicado del TCP, guardián de la constitucionalidad, que dijo que había un vacío de poder, las memorias de la Conferencia Episcopal Boliviana, importante para la defensa porque detalla todo lo que pasó en las negociaciones que se realizaron antes y después de la renuncia de Morales en la Universidad Católica Boliviana, con políticos e interlocutores válidos, gente del MAS, falsas feministas que querían que sea cualquier hombre, no una mujer como yo quien asuma la presidencia, me dejaron casi sin pruebas. No tengo condiciones de defensa en este juicio”.

Eliminaron el informe de la OEA, lamentó, “donde se establecía el fraude, que desencadenó que la gente salga a las calles”.

Jeanine Áñez habló también de sus correligionarios. “Eliminaron la obligatoriedad que tienen las personas de venir a declarar, cuando se quiere obtener la verdad. Había testimonios importantes, pero por cobardía o por miedo, fue un alivio para ellos. El testimonio de Óscar Ortiz era muy importante. Él se reunió con las parlamentarias del MAS, Adriana Salvatierra y Susana Rivero, cuando lo llamaron a una reunión privada. Era importante que diga qué sucedió en ese encuentro”. 

Recordó que en esa reunión también estuvo monseñor Eugenio Scarpellini, quien en 2020 falleció por Covid-19, "así que nunca se pudo saber qué realmente se negoció en esa conversación la mañana antes de la transición.

Áñez reclamó la participación de su también correligionaria y quien fuera muy amiga suya, Eliane Capobianco, exdiputada y exministra de su gobierno. “Era importante que venga, porque se comunicaba con constitucionalistas para ver cómo podíamos salir de este entuerto para terminar con el vacío de poder en esos días. Tuve que soportar estas jornadas desgastantes y ver que ustedes están delineando un camino expedito para condenarme. El tribunal definió que no vinieran porque eran importantes para la defensa”.

Luego dijo: “Ustedes, miembros del tribunal, están juzgando a una mujer expresidente inocente y creo que no van a olvidar mi cara y todo lo que han hecho durante este tiempo. Yo dejo un legado para Bolivia, dejo un legado de compromiso para mi país porque Bolivia entera sabe que soy inocente y que en su momento hice lo que tenía que hacer por el bien del país, de los bolivianos y por la pacificación de nuestra patria, jamás tuve ambición. Cuando llegué a La Paz no sabía por qué nos esperaban policías ni militares en el aeropuerto, no coordiné con nadie. Mintieron diciendo que me trasladaron en un helicóptero presidencial, asumí la presidencia por compromiso, siguiendo los pasos y respetando la CPE, ese legado de compromiso con mis hijos, mi país y lo volvería a hacer”.

Y continuó indicando: "Eso es tener compromiso. Ustedes, señores del tribunal, dejarán un legado de ignominia, abuso, persecución política porque condenarán a una presidente inocente. Me voy a quedar con la justicia divina, que es la que a mi no me falla. La Biblia dice Romanos 12:19, “No os venguéis vosotros mismos, amados míos; sino dejad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Con eso me quedo.