Los últimos incendios forestales en Bolivia le costaron al país más de 7 millones de hectáreas afectadas, de acuerdo con las fundaciones medioambientales y el Gobierno.

18 de noviembre de 2024, 18:46 PM
18 de noviembre de 2024, 18:46 PM

El presidente Luis Arce, dijo que su gobierno decidió declarar una pausa ambiental en todas las zonas de la Amazonia que fueron quemadas en los últimos incendios forestales y que está solicitando a los países ricos reconocer el esfuerzo que realizan en Bolivia para mejorar el medioambiente. 

El mandatario hizo el anuncio en la cumbre de líderes del G20, que se lleva a cavo en Río de Janeiro (Brasil).

Bolivia está entrando a un programa de deforestación muy agresivo donde nosotros vamos a hacer una pausa de 10 años en esas zonas quemadas para poder reforzarlas Y eso implica también recursos (…) Bolivia está haciendo muchos esfuerzos por reducir la emisión de carbono en nuestro país, pero no hemos recibido absolutamente nada”, lamentó Arce en una conferencia de prensa a medios internacionales en Río de Janeiro.


Los últimos incendios forestales en Bolivia le costaron al país más de 7 millones de hectáreas, de acuerdo con las fundaciones medioambientales y el Gobierno. Los expertos afirmaron que este desastre medioambiental supera cualquier otro que haya sucedido con anterioridad. Ahora el gobierno realizó su anunció en la cumbre internacional del G-20 que se realiza en Brasil.


“Necesitamos recursos no solo para el programa de reforestación sino también para atender una vida sostenible a esos indígenas que viven de los bosques, que han sido afectados por los incendios, pero que necesitan un modo de vida que sea compatible con el medio ambiente y de respeto a la madre tierra”, dijo el jefe de Estado boliviano.


Arce dijo que vino a Brasil a intentar convencer al 80% del PIB mundial sobre las necesidades que tiene el 20% que son los países en vías de desarrollo y precisó que las exposiciones sobre un impuesto a la riqueza, forma parte de la legislación boliviana desde 2021 cuando su gobierno promulgó una ley que cobra un impuesto a las grandes fortunas.


Dijo que los discursos de los otros actores claramente minimizan la participación de un Estado y va a contramano del modelo boliviano que considera que la participación del Estado es fundamental para la generación y redistribución de la riqueza.