El presidente ofreció un discurso que enfureció a la oposición y buscó consolidar la teoría del "golpe de Estado" de 2019

7 de agosto de 2021, 9:14 AM
7 de agosto de 2021, 9:14 AM

En una hora y ocho minutos que duró su mensaje a la nación con motivo del 6 de agosto, las palabras "golpe de Estado", "gestión de facto", "recuperamos la democracia" y "dictadura" fueron pronunciadas por el presidente Luis Arce Catacora al menos medio centenar de veces

Ese hecho provocó y enfureció a la oposición y desencadenó un bochornoso enfrentamiento en la sesión de honor realizada este viernes, por la mañana, en la nueva Asamblea Legislativa Plurinacional.

Con el grito de “Lucho, Lucho” fue recibido el presidente Arce por la bancada del MAS.

"Bolivia es un amor desenfrenado de libertad, señaló el libertador Simón Bolívar". Con esa frase, el presidente Arce comenzó su discurso. Luego hizo un recuento de los héroes y personajes históricos del país, como de los hombres y mujeres que se levantaron durante la colonia para lograr la independencia de Bolivia y que la historia tradicional invisibilizó.

El mandatario habló de la Guerra del Agua, de los hechos de Octubre de 2003 que dieron paso a la construcción de un nuevo Estado. "En 2006 llegó Evo Morales a la presidencia y bajo su liderazgo pusimos en marcha nuestra revolución”, dijo.

Ahí comenzó el ataque. Habló del gobierno “de facto”, que dejó una enorme crisis. Cuando se refirió al supuesto golpe, entonces la oposición empezó a gritar “fraude, fraude”, mostrando carteles.  Los oficialistas a su vez gritaban "golpe", "golpe" y también mostraban pancartas con esa palabra.

Luego, el mandatario intentó proseguir su discurso y al decir: “Luego del golpe de Estado...” volvió a generarse el desorden. El vicepresidente David Choquehuanca intentó preservar el orden sin la campanita característica, sino a los gritos: “Hermanos, no empañemos la celebración del aniversario patrio, pido guardar respeto a la figura del presidente constitucional democráticamente elegido, el pueblo ve quiénes quieren empañar esta celebración”, repetía.

Seguidamente Arce insistió que “luego del golpe de Estado que colocó a un gobierno inconstitucional e ilegítimo, empezamos a salir de la crisis política gracias a la unidad, a la  lucha y a la conciencia, que en octubre de 2020 dio un apoyo de 55,1%. Una victoria que devolvió a la patria la democracia".

Aseguró que no hubiera sido posible sin el bloqueo y las protestas de la Central Obrera Boliviana (COB) en agosto del año pasado. “Si no pasaba, el gobierno de facto hubiera utilizado la pandemia para seguir vulnerando derechos”. 

El Gobierno interino de Bolivia, en 2020 reportó "más de cuarenta muertes" por falta de oxígeno medicinal, debido precisamente a esos bloqueos. Quedó en la memoria el caso de un anciano que pedía que dejen pasar oxígeno, y falleció horas después.

Los 11 meses "del gobierno de facto demostraron los objetivos del golpe, era restituir la antigua República y el modelo neoliberal. “Estos grupos antipatria sólo buscaron el enriquecimiento ilegal de unos cuantos, la entrega de nuestros recursos y la quiebra. Nos dejaron sin recursos, sin dignidad, sin derechos humanos ni libertad de expresión”.

Señaló que se debe cerrar el camino de quienes promueven, "con golpes de Estado, lo que no consiguen en las urnas. Ellos sienten orgullo de destruir la patria ante incapacidad de construirla, y eso demostró la derecha en esos 11 meses”.Más adelante alertó que, día a día, "encontramos elementos más contundentes que prueban que en 2019 se escamoteó la voluntad popular y el triunfo del MAS y que el golpe de Estado estaba preparado con meses de anticipación. Claro ejemplo es que antes de las elecciones, líderes políticos amenazaban con impulsar el desconocimiento de los resultados y la desobediencia civil”.

Otra vez el desorden, insultos y bochorno. Choquehuanca gritó desesperado para recuperar el control, “todos merecemos respeto”, reiteró. Pero control es lo que menos había ante la dosis política del discurso del presidente. Los integrantes del oficialismo y oposición volvieron a enfrentarse, mientras que la señal de Bolivia Tv mostraba imágenes de la Plaza Murillo desde un dron y no así del bochorno.

Voy a implorar a esta Asamblea para que podamos escuchar al presidente, nuestro pueblo nos está mirando. La comunidad internacional nos observa”, rogó Choquehuanca. El enfrentamiento y los insultos afloraron.

Arce prosiguió y prometió "no descansar el procesamiento y sanción de los autores del golpe de Estado, quienes tienen que responder los actos. Memoria, verdad y justicia, ese es el mandato que recibimos en octubre del año pasado. Especialmente de las familias de quienes fueron masacrados y humillados”. Aseguró que no era el odio el que impulsaba los procesos, “sino una pasión por la justicia”, como dijo Marcelo Quiroga Santa Cruz.

Luego, el presidente se refirió concretamente a que "el gobierno de facto" se aplazó en el manejo de la economía. Recalcó que el MAS recibió un  estado desmantelado. "A diciembre de 2020 el déficit fiscal alcanzó al 12.2 un retroceso no visto desde 1953".

En la salud, señaló que el "gobierno de facto" no supo manejar la crisis sanitaria y que clausuró el año escolar. En contraparte, señaló que su gobierno revertió todo el supuesto daño en todos esos campos.

El mandatario advirtió, antes de finalizar, que "hay algunos grupos minoritarios que quieren volver a paralizar el país, volver a desestabilizarlo, pero todos y todas sabemos que el retorno a esos días de violencia implicaría problemas en la economía. "Tengo la absoluta confianza en la sabiduría del pueblo boliviano que, habiendo recuperado la democracia, no permitirá que la derecha vuelva a destruir los avances". Nuevamente se activó el enfrentamiento.

Arce se quedó al frente tras terminar su discurso y se quedó mirando con las manos levantadas, mientras el oficialismo lo apoyaba y la oposición lo insultaba.

Antes de terminar con la Marcha Naval, a cargo del prestigioso grupo Savia Andina, Choquehuanca volvió a decir: "Nos están mirando, por favor, preservemos el respeto", mientras que opositores y oficialistas seguían a los insultos.

El discurso de Choquehuanca

El vicepresidente Choquehuanca, en su saludo, dedicó sus palabras, entre otros, a los huérfanos de las “últimas masacres”, pero volvió a invitar al país a volver al camino de la hermandad y la paz.

“Reparar una injusticia con otra injusticia es señal de no haber conseguido cambios profundos. Proponemos una justicia con dignidad, con reparación de daños. Dignificar la justicia y devolver la ética a la política”.

Pidió la formación de líderes rebeldes, íntegros y libres, que se deban al pueblo. “Para regresar a la unidad exige de los políticos y los comunicadores trabajar todas las polaridades y los extremos, y conseguir equilibrar y armonizar todo lo dividido”.

Resaltó que trabajar la unidad es aceptarnos tal como somos, con semejanzas y diferencias, parte de la naturaleza y no dueña de ella.

Al final, el presidente se retiró entre vítores e insultos. Choquehuanca no tuvo otra opción, antes de cerrar la sesión, de pedir "disculpas al pueblo boliviano".